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sábado, 1 de noviembre de 2014

El Rosario de la Virgen de Monte Sión cierra dos intensas semanas de Cultos y recuerdos


Fernando Blancas. El septenario en honor a María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos, se celebró la semana pasada en la Iglesia del Convento de las Madres Comendadoras del Espíritu Santo.

El año pasado, hubo un desacuerdo entre las hermandades de Monte-Sión y la Lanzada, debido a las condiciones que esta última ponía a la de la calle Feria para celebrar sus cultos en la Iglesia de San Martín, donde se estaban celebrando los años anteriores.

Monte-Sión se quedó en su capilla, a pesar de tener diferentes ofrecimientos de otros templos, pero este año, debido a los estrechos lazos que le unen con las Madres Comendadoras del Espíritu Santo, han decidido realizarlo en su Iglesia Convento.

Dicha Hermandad, no es la primera vez que reside en dicho Convento, ya que durante los años 2000 y 2001 ya estuvieron allí, debido a las obras en su sede canónica, teniendo incluso en ambas Semanas Santas a realizar la estación de penitencia hacia la Santísima Catedral desde la Iglesia de San Juan de la Palma.

Desde el día 19 hasta el día 25, ha tenido lugar este septenario en honor a la Virgen del Rosario, siendo este domingo pasado la función principar de instituto. La dolorosa ha presidía un altar majestuoso, en el retablo mayor del templo conventual.

Si ha llamado y mucho la atención, la falta casi total de flores reales en el altar, quitando el pequeño centro a los pies de la Virgen. Han sido por el contrario, flores de talco colocadas en jarras del paso de palio las que han adornado los cultos. La iluminación se componía de cirios blancos sobre piezas de candelería, procedentes del mismo paso.

Este viernes, ha sido la conmemoración del décimo aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de Monte-Sión, y el sábado, se celebrará el Rosario de la Aurora con el que se completarán los cultos de este año. Para el Rosario, la Virgen irá en su palio de traslados, que se estrenó el año pasado, y visitará la Capilla de la Estrella, debido a la gran relación de cariño y confraternidad existente entre las dos hermandades, fundadas el mismo año de 1560. La Virgen de la Estrella fue coronada el mismo día que la del Rosario, cinco años antes.







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