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lunes, 6 de octubre de 2014

La Saeta sube al Cielo: Dios es, a pesar de quien sea


Dios siempre ha estado presente en la mente y en el corazón de los hombres. Desde su origen, el hombre ha intuido la existencia de Dios, ha comprobado su presencia y ha experimentado su necesidad. Como bien se cita: “Tú no me buscarías si ya no me hubieses encontrado” (Pascal).


A veces, el hombre se ha dirigido a Dios para amarle y adorarle, otras para despreciarle y negarle. Por eso, Dios ha traído siempre de cabeza al hombre, y nunca le será fácil darle de lado. Y es que, pese a quien pese, Dios está ahí y con Él no hay quien pueda, eso es así.

Es increíble ver en ocasiones lo que le cuesta al hombre reconocer a Dios como su origen, centro y destino, que todo se lo debe a Él. Pero al final el hombre ni quiere, ni puede olvidar tales hechos, incluso se confunde, y por desgracia no se contenta con ser la imagen viva de Dios, sino que quiere ser Dios. Se ve grande y le molesta que alguien sea más que él mismo.

Los grandes filósofos, creyentes y ateos nos han demostrado que, al margen de Dios, el hombre no se puede entender de forma adecuada, y que cuando se empeña en acabar con Él, al final acaba consigo mismo. Por supuesto que cada uno tiene su propia experiencia, pero yo como cristiana entiendo que el hombre sin Dios pierde sentido y pierde esperanza. Y lo más importante, al perder el respeto a Dios, se hace difícil el respeto a las personas.

Estela García Núñez











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