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miércoles, 26 de noviembre de 2014

El Suspiro del Ángel: Copiar por amor al arte


Resopla el querubín, mientras lee el pregón de un locutor de voz profunda entre las ondas. Se deleita, mientras piensa, imagina otra voz y otras luces que brillarán de rosa palo y oro. No será un pregón de azabache, piensa, aunque sí sabe que algo negro habrá.

Suspira porque sabe el Ángel que negra no está la conciencia de quienes lo eligieron, aunque deberían haber preguntado en la hermandad, que preside el final de la cuesta, por qué solo apareció una vez y nunca más se supo.

Se ríe el querubín, pensando en el negro azabache de quien puede que escriba para otro y nunca escuche aplausos para él porque otro los hará suyos. Aunque sabe el Ángel que no es el primero que lo hizo, aunque a alguno anterior le dieran un magazine y de ahí sacara versos y datos como si nadie lo hubiera leído antes.


Joaquín de Sierra i Fabra










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