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domingo, 28 de diciembre de 2014

Candelabro de Cola: La balanza: 2014 a juicio



            Tal y como ya hicimos el pasado año, el Candelabro de Cola realiza un recorrido por este año cofrade haciendo balance de todo lo acontecido en el ejercicio que nos deja.

Comencemos pues por repasar los aspectos menos favorables dejando lo más positivo para el final. Así pues, suspenden en 2014:


  1. Los bochornosos espectáculos que han tenido lugar en varios procesos de elecciones a Hermano Mayor. Desde el ambiente generado en las campañas electorales, el desarrollo intrínseco de algunas votaciones, las celebraciones de victorias en las urnas más propias de hooligans que de hermanos de una asociación de fieles (aunque uno se pregunta qué le vamos a pedir al resto si en la Hermandad más importante del orbe vimos lo que vimos en 2013…), la mirada hacia otro lado de nuestra Santa madre y la consecuencia última de todo ello: la fractura social generada en las Cofradías y la imagen pública que dejan todas estas corporaciones.

  1. La sobredosis de procesiones extraordinarias. Desde que el verano nos dejó, vamos casi a procesión por mes. Tras la solución que se le dio a la procesión de la Fuensanta (que sí, que no, que sí, que no…) que al final fue desde su Santuario hasta la Catedral para volver a su templo el mismo día, las procesiones fuera de temporada han proliferado como las setas. En octubre la Virgen de la Salud (frustrada por la lluvia) y la Paz y Esperanza; en noviembre las Reliquias de los Santos Mártires y en diciembre… bueno, en diciembre no hubo nada… pero palabrita del Niño Jesús que algo se estuvo cociendo. Y atentos al cartel para 2015: en enero ya tenemos ahí a San Juan Bosco presto y dispuesto para ir a la Catedral. Luego vendrá el Vía Crucis de la Agrupación en febrero con Ntro. Padre Jesús de Pasión; entre marzo y abril celebraremos Semana Santa y luego vendrán las extraordinarias: Dolores, Magna Mariana, Jesús Caído y Esperanza. Ojo a la Hermandad de San Jacinto, que si el tiempo la respeta realizará triplete. ¡Tiemblen el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid! ¡Este año todo se lo lleva la Cofradía servita!

  1. La incesante aprobación de Pro-Hermandades carentes de todo sentido y fundamento. Consecuencia directa, como el punto anterior, de que el clero haya descubierto (con varios siglos de retraso en lo que a nuestra urbe se refiere) el movimiento que pueden generar las Cofradías. Antes los párrocos huían de las Hermandades como de la peste… ¡Ahora van a matar a las existentes a base de empalagosos abrazos a todo aquello que huela a Semana Santa! Muy señores míos: ¡ni tanto ni tan calvo! Que hay barrios con parroquias que necesitan Hermandades: sí señor, es correcto. Tanto como que, en la mayor parte de casos, no tiene lógica fundar Hermandades nuevas (y más con Titulares de nueva factura, de calidad –en muchas ocasiones- más que cuestionable y, por supuesto, sin devoción ninguna). Solución: llevar Hermandades ya incorporadas a la carrera oficial que se las ven y se las desean para sobrevivir en sus sedes actuales a estos barrios. Señor Delegado Diocesano de Hermandades, por favor, si en su mano estuviera hacer algo a este respecto sería muy de agradecer que tomase cartas en el asunto.

  1. El apartado social y evangelizador de las Cofradías continúa siendo insuficiente. El compromiso con los pobres sigue dejando mucho que desear pese a las campañas navideñas promocionadas a bombo y platillo. Precisamente eso, un bombo y un platillo, es lo que muchas Hermandades deberían plantearse poner en sus altares de cultos para atraer público. Si a ello sumamos la talla de un capataz exornado con ramos de costales ya sería la repanocha. Convencido estoy de que veríamos iglesias con el cartel de "NO HAY BILLETES" en la puerta.

  1. El novedoso tema de la carrera oficial… que ahí sigue. Catedral sí, Catedral el próximo año, Catedral más cerca... y luego nada de nada. Que si seguimos en conversaciones, que si vendrá fulanito a hacer no sé qué informe… Y, en tanto en cuanto, seguimos con el mamarracho de carrera oficial actual. Uno se plantea cómo es posible que con lo criticado, ridículo y francamente mejorable que resulta el itinerario común vigente, nadie haya sido capaz de encontrar algo mejor.

  1. El pregón de Semana Santa de 2014 y… el anuncio del pregonero de 2015. Como de esto hemos hablado largo y tendido entendemos no es necesario extendernos en la cuestión. Y mira que la filosofía que subyace tras estos nombramientos de "abrir la Semana Santa a gente que no es cofrade" da para una tesis doctoral. O para dos…


   Pasamos a reseñar los acontecimientos que nos dejan buen sabor de boca:


  1. La magnífica climatología de casi toda la Semana Santa (solamente llovió el Domingo de Resurrección) que nos ha hecho borrar de la memoria los tres últimos años francamente aciagos.

  1. La valiente carta del Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías (publicada en Diario Córdoba) al respecto del posicionamiento de varios partidos políticos sobre la asistencia de concejales del Ayuntamiento de Córdoba en fiestas tradicionales (lo que incluye las procesiones) de la ciudad.

  1. La apertura de la Iglesia de la Merced tras concluir -casi en su integridad- su restauración. Un auténtico espectáculo el poder contemplar el magnífico altar mayor destruido en el incendio que dramáticamente arrasó el templo en 1978, así como ver recuperada para el culto a la antigua Titular de la Hermandad de la Soledad (a la que en su día ya dedicamos un Candelabro de Cola).

  1. Los acertados estrenos de algunas Hermandades en la pasada Semana Santa, tales como los bordados del palio de la Virgen del Dulce Nombre o los respiraderos del paso de la Soledad de Santiago, así como algunos de los proyectos presentados en este mismo año y que, esperemos, serán una realidad de aquí a pocos años.


Terminamos este año utilizando estas líneas para desearles un muy feliz año 2015 en el que se hagan realidad sus mejores deseos.


Marcos Fernán Caballero








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