Guillermo Rodríguez. Hoy se cumple con una de las pequeñas tradiciones que configuran nuestra Navidad. Al igual que la megapublicitada celebración del sorteo de la Lotería constituye para el común de los mortales de este país, el inicio de facto de la Navidad, hay otro elemento que para los rocieros de Sevilla se ha convertido en un signo distintivo de esta singular época del año.
Tras el Solemne Triduo celebrado por la Pontificia, Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Sevilla - El Salvador, en honor de María Santísima del Rocío, que se realiza coincidiendo con el final del adviento en su sede canónica de la Iglesia Colegial del Divino Salvador, esta noche, a partir de las 20 horas, tras el oficio de la Eucaristía, la Imagen de la Virgen del Rocío de la Hermandad recorrerá las calles del centro de Sevilla, dejando en las retinas imágenes inequívocas de que la llegada inminente de la Natividad de Nuestro Señor.
El cortejo recorrerá desde la Plaza del Salvador, las calles Cuna, Cerrajería, Sierpes y Sagasta, para regresar a su templo. Esta salida representa cada año el cierre de las procesiones de Gloria en la ciudad de la Giralda.
Conocida oficialmente con el nombre "de Sevilla", pero también con el título abreviado de su parroquia, la Hermandad se aprobó por la autoridad eclesiástica el año 1933, aunque denegándole el permiso para efectuar la romería, el cual no fue otorgado hasta 1951. Como entonces carecía aún de carreta, utilizó durante su primera salida el palio o tumbilla de la Virgen de las Aguas. Con rápida progresión se afianzó entre las hermandades filiales, ocupando el puesto número 29. Se construyó una magnífica casa en la aldea rociera, se emprendieron obras de tipo benéfico-social (aspecto común a otras corporaciones romeras, que frecuentemente suele ser olvidado por sus detractores) y se desplegó una maravillosa e incansable actividad. En 1975 celebró las bodas de plata de su fundación, estrenando nueva carreta, y ahora acaba de celebrar sus bodas de oro.
La Virgen del Rocío de la Hermandad de Sevilla es una réplica a tamaño natural de la Blanca Paloma, que ya existía en su parroquia, donde se exhibió como "facsímil" en la exposición mariana de 1929. Unos la adjudican a Castillo Lastrucci, otros a Sebastián Santos. Pero como se pudo comprobar al ser restaurada por el profesor Miñarro, lleva en la espalda la firma de este segundo escultor, mientras que el Niño se mantiene más en la tónica lastrucciana. Posee ricos atributos, bordados y un templete procesional construido por orfebrería Villarreal, con el que realiza un corto recorrido por las calles del centro ciudadano en las vísperas navideñas.
A los mismos orfebres se debe la valiosa carreta de plata de ley (1975). Es de estilo neobarroco y se corona con dos pequeñas figuras de Santas Justa y Rufina, llevando en la delantera una miniatura de la Esperanza Macarena. La parte baja y el exterior de la bóveda se deben a los Hermanos Delgado (1993), incluyendo adornos y figuras de gran valentía. El elegante Simpecado se bordó por los años cincuenta en los talleres de Caro y al pasarse a nuevo terciopelo por el taller de Santa Bárbara en 1996, se enriqueció notablemente la imagencita marfileña con nuevos elementos de oro y plata.