Es Lunes de Pascua y, entre la nostalgia de la Semana Santa y la tarde primaveral que ha traído un aguacero, quedamos con Miguel Ángel de Abajo que, en cinco días, pregonará las Glorias de la ciudad. De ellas, de Semana Santa, de la Catedral o la Madrugá reflexiona en las siguientes líneas con una sencillez y lucidez propias de quien conoce los resortes más profundos de nuestras hermandades.
Pregunta (P): Para quien no conozca a Miguel Ángel de Abajo,
qué destacarías.
Respuesta (R): Mi amor hacia la Semana Santa y, en este
caso, hacia las cofradías de Gloria. Mi respeto hacia la religiosidad popular
que es una manifestación muy válida e interesante. Con muchos matices. Mi
admiración también a la devoción del pueblo, sencilla, que en ocasiones se
muestra de manera poco ortodoxa, pero eso no quiere decir que no sea muy
sentida –a veces, visceral- y viene bien educarla, conducirla, pero eso ya es
labor de las juntas de gobierno, consiliarios, etc. Una persona que quiere a la
Semana Santa, a la religiosidad popular y a las hermandades de Gloria.
(P): Este sábado realizas el Pregón de Gloria, cómo valoras
la trayectoria de las hermandades de Gloria durante esta última década.