Sentada frente al ordenador me pregunto si estoy o no soñando...
Unos días raros los que he vivido, aunque siempre con el corazón latiendo deprisa y la vista puesta en el próximo fin de semana.
Sueño con el aroma de los pinares; con el sol del mediodía poniendo mi cara morena. Sueño con arenas doradas que llevan a la tierra prometida. Sueño con compartir mi alegría, mi cansancio, mi emoción...