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martes, 13 de enero de 2015

Desde el Gallinero: Señoritos andaluces metidos a cofrades


"Ya lo dijo Blas Infante andaluces levantaos. Perdon que no me levante, pero estoy mejó sentao". Lo decía aquel reivindicativo pasodoble de Los Yesterday y viendo como visten algunos cofrades me recuerda a aquella otra parte que decía lo de "los andaluces queremos volver a ser los que fuimos. Lo que fuimos antiguamente. Pobrecitos y vasallos, siervos de terratenientes y de chulos a caballo". Porque viendo esos ropajes rancios, esos trajes catetos para los que la mayoría no tienen percha y les queda como si se lo hubieran tirado de un quinto piso, esos colores tan españoles en cinturones, pulseras, relojes, costales, calcetines, calzoncillos para cagar en versión española y sin Cayetana Guillén Cuervo. Y patrico y sus buenas patillas.

Total que son una mezcla de señorito andaluz venido a menos o imitador de miarma hispalense, con su poquito de orgullo nacional y aires de bandolero empatillado. Así que esos fenómenos de la Córdoba Misteriosa, que diga Laica, deben pensar que estamos ante un cuadro costumbrista o en una escena de suspiro español narrada por Pemán. Y la Seña Susana (Zuzana en parte de las provincias de Sevilla y Cádiz) que se ha criado entre cofrades sabe que ea fácil dirigirlos. Lo mismo viene a Córdoba y nos perdona no llamar Mezquita a la Catedral y, de paso, se reúne con su concejal cofrade y un selecto grupo de cofrades amigos y se reparten la tierra. De manera socialista, eso sí, entre dos o tres y reparten lo que sobra para que los panolis a los que la gomina secó la materia gris del cerebro no se les cruce el cable y pidan algo más que migajas.


Juan Antonio Martínez Aragón










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