Guillermo Rodríguez. Desde el pasado 10 de enero, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, el maravilloso crucificado que tallara Antonio Castillo Lastrucci, regresó a su hogar de San Julián después de ser sometido a una restauración realizada por Pedro Manzano. Nuestro colaborador Benito Álvarez acudió al templo para componer este magnífico reportaje.