Blas Jesús Muñoz. No quería perder una oportunidad que llevaba tiempo esperando. He de reconocerlo -soy un sádico- y cuando llegan me encantan. Así que la otra noche pequé y disfruté del premio de mi paciencia viendo como en un enfoque que firmaba cierto compañero que tanto me critica se escapaba una "h" en un lugar que no debía estar. Solamente una "h", sí. Y, sin embargo, la diferencia es mayúscula entre el verbo hacer y el verbo echar merece unos cuantos latigazos ¿Verdad Juan Antonio?
Disfruté a la vez que sufría, pues no me agrada el uso displicente del lenguaje. No me agradan las contracciones de palabras (escribir solo es equivalente a parir cuando se está creando). No me agradan esas frases "deconstruidas", a no ser que las escriba Ferrán Adrià Acosta.
Lo que sí me gusta es que haya quien se lea artículo, tras artículo, tras artículo de Gente de Paz buscando la falta de ortografía. Es buena señal, nos aumenta la audiencia. Alguien se apresuró a subirla en una red social "pantallazo" incluido y, con un hilo conductor formidable (le recomiendo que nos mande artículos), derivó el tema hacia un alegato acerca de cuanto no le gusta de este medio amateur.
Aun con todo, disfruté la "h" como si no hubiera un mañana. Lástima que nos lea sin que le gustemos al denunciante y que el pusiera un nombre propio, como el de Gente de Paz en minúscula y con un artículo delante, cuando en castellano con los nombres propios no se usa (en catalán sí se puede). Sin embargo, ello no es óbice para que le regale latigazos, pues ando descubriendo que en esto de opinar, mejor recibir que dar.