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Blas Jesús Muñoz. La innovación, el diseño y la serigrafía llegan a las cofradías a galope tendido. Hace unos días asistíamos a la presentación de un invento que podría revolucionar los cortejos procesionales definitivamente, un palio impermeable.
La pregunta surge para aquellas hermandades que han hecho del terciopelo sin bordado alguno una forma de vida y casi un arte: ¿Para qué necesitamos un palio impermeable?
Pensándolo bien puede que tenga su aquél. El artilugio puede ir serigrafiado con la imagen del titular, por ejemplo. Eso daría prestancia, por no hablar de los varales telescópicos o de la forma apuntada de la bóveda que parece formar que más que a un palio recuerda a cierto museo valenciano.
Cuando ya creía que ver al Señor de la Sentencia (Sevilla) con impermeable era lo más o lo menos que podía uno ver, ya me estoy imaginando ese chubasquero sacro con la publi de Gráficas... Como en las camisetas de los equipos de barrio. O a esos nazarenos cambiando el ruán negro por el verde encofrador en día de lluvia. O cirios con bombillas ¿Se imaginan?