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viernes, 16 de enero de 2015

Verde Esperanza: ¿Islamofobia? Me da la risa…



            ¡Quietos! Descarguen las escopetas dialécticas que no me he vuelto loco. Si esperan un artículo que atice al Islam como religión, lamento que les voy a desilusionar. Lo último que haría es insultar a alguna religión, puesto que pienso firmemente que la única manera de que el mundo y la sociedad en general es el diálogo interreligioso amparado bajo el manto del respeto mutuo. Quiero dejar muy claro que nada de lo que lean en este artículo va en contra del Islam, sino en defensa del cristianismo. Como una imagen vale más que mil palabras, les traigo la fotografía del abrazo de los líderes religiosos cristiano, judío y musulmán. Todo un ejemplo, si todos nuestros dirigentes fueran una milésima parte de cómo es nuestro Papa Francisco…

A quienes hicieron el atentado de Francia les interesa promover la aversión hacia su religión, quieren que sintamos ese miedo hacia ellos, están sedientos de odio. Ellos reinterpretan malintencionadamente sus escrituras a favor de sus intereses. Algo de lo que el cristianismo no puede presumir de no haber hecho. Así que no hemos de mirar con recelo a todo aquel que profese la religión del Islam, sería tan insano como injusto, y no estaríamos tratando a los demás como queremos que nos traten a nosotros mismos. Me explico.

            Cuando digo que me da la risa cuando escucho hablar de la islamofobia, me refiero a que no entiendo la preocupación de algunos políticos que, a raíz del terrible atentado en Francia, han salido en seguida a mostrar su preocupación porque brote la islamofobia en nuestro país. Definitivamente, nos toman por gilipollas, como diría Fernando Blancas. Un país en el que desde las propias instituciones realizan ataques al cristianismo, religión ampliamente mayoritaria, de forma más o menos velada, preocupándose porque los musulmanes que vienen a nuestro país puedan sentirse discriminados. Por supuesto que los gobernantes han de preocuparse porque todo el mundo se sienta integrado, pero… ¿Y qué hacemos con las familias en las que los niños reciben cada vez una educación religiosa de menos calidad? ¿Y de lo de retirar los crucifijos de los colegios ni hablamos no? ¿Quizás de tratar de convencer a la población, mediante los medios de comunicación, de que todos los curas son unos pederastas? ¿O de ocultar toda la labor social que realiza la Iglesia? ¿Y de permitir ataques vomitivos de ateos imbéciles (también los hay que no lo son, y muchos) a los cristianos, decimos algo? ¿Qué están masacrando a los cristianos en muchos otros países por el mero hecho de serlo? Un asunto menor, no interesa. Poniendo blanco sobre negro, si una revista sacara una caricatura insultando al Islam sería fomentar la islamofobia y provocar, pero si lo hace (como ya se ha hecho otras tantas veces) mofándose y ofendiendo al cristianismo lo llaman libertad de expresión y de prensa. ¡Váyanse al guano!

            Eso no preocupa al político de turno, porque pisar la cabeza del cristiano está de moda parece ser. Lo importante es que respetemos y protejamos al musulmán sobre todo lo demás, si es a costa del católico, mejor. Se alarman por una posible islamofobia que aún no se ha producido (Dios quiera que no suceda jamás), cuando son ellos mismos quienes fomentan la cristianofobia de forma rastrera, con continuos ataques a nuestra libertad religiosa. Tome nota “Begonia” (alguno habrá sabrá de quién hablo, la semana que viene, más sobre eso… O no, porque el tema ya cansa). No a la islamofobia, por supuesto. Pero NO a la cristianofobia, que es tan deleznable como la anterior, que no les confundan.

José Barea










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