LO ÚLTIMO

martes, 24 de marzo de 2015

La bella escena del Besapiés del Señor de la Caridad en la mirada de Antonio Poyato


Blas Jesús Muñoz. Hay escenas que no solo anuncian la inmediatez de la Semana que aguarda al cofrade, sino que nos trasportan a un estado donde las cofradías adquieren su sabor primigenio, su luz -natural y propia- que consigue brotar la fe tanto del devoto como de quien se acerca a ellas por vez primera.

Algo así sucede con el Besapiés del Señor de la Caridad. La imagen de Cristo sobre una Cruz a modo de dosel, elevándola apenas del suelo parece flotar hacia quien se acerca a Él para besarlo con fe sincera.

Sin embargo, la escena no queda ahí. A su derecha, La Dolorosa forma parte del cuadro pretérito que, en un auto de fe, se cierne sobre el templo de San Francisco aventurando la llegada del Jueves Santo, cuando los Titulares de la Hermandad se entreguen a la ciudad.

Una escena que, en la antesala de la Semana Santa, no por repetida deja de ser un camino necesario de lo que aguarda al cofrade cordobés.

Crónica Gráfica de Antonio Poyato


















Hoy en GdP