Hay personas que solo aciertan cuando rectifican. Espero no encontrarme entre ellas, por algunos y sus palabras, creo que no, al menos en este Blog.
La Cuaresma sigue su curso, ya son 19 días los que nos quedan, 19 días con sus intensas tardes, y noches para soñar, retocar, ensayar, matizar, recordar, planear… aunque esto último mejor no lo hagan. Para planear que venga el horario de la jornada laboral, o en su defecto nuestros jefes, pero para la Semana que nos espera ya, que se acerca a pasos agigantados, déjense llevar, lo no planeado, trae consigo la sorpresa incluida, y esta Semana, también tiene que haber sitio para eso, para la sorpresa.
Queda poquito tiempo ya, en la ciudad son muchísimos los actos que se realizan.
Hablando de pregones, hemos tenido la oportunidad ya de escuchar a Don David Pinto en su Pregón del Costalero organizado por la Hermandad de la Sagrada Cena. Escuchen, búsquenlo, sobra decir que disfruten. Háganme caso.
Tenemos la oportunidad en esta semana de escuchar dos pregones más. El de Juventud que nos dará Mercedes el viernes en la Merced, y también el de mi amigo, capataz, cofrade y colaborador de GdP.
Pachi seguro el sábado nos dará chicotás llenas de recuerdos, de sueños de ayer, de hoy, de mañana, pues Pachi siempre ha sido un bohemio de esto, un enamorado de lo suyo, y sobre todo, del mundo de abajo. La Trinidad ya lo espera, y alguno ya solo queremos que llegue el momento de estar con él en la Trinidad.
Como ven, muchos pregones, de gran calidad, y aún falta el principal, el Pregón de nuestra Semana Santa 2015.
Don Juan Serrano, pregonero de este año, va a seguir llevando el nombre de Córdoba, en el plano laboral, por las principales plazas de toros del país, y también como no, por el extranjero. Se espera con gran entusiasmo el nuevo año del maestro.
Pero lo que me lleva hoy a hablar de Don Juan, es su Cuaresma. La Cuaresma en la que raro es el día en que no veamos una foto suya, y su familia entusiasmadísima junto a él, en redes sociales, en páginas de hermandades.
Hace unos días ha recibido las pastas de su Pregón, y para muchos, era quizá la única foto en la que veríamos a Don Juan antes de su aparición en el Gran Teatro.
Nunca, personalmente les hablo, imaginé que Don Juan iba a pasar una Cuaresma como esta. Está volcado. Se le puede ver en actos de hermandades (con un lazo de unión grandísimo, principalmente con la Hermandad de la Esperanza), se le puede ver paseando por las calles de la ciudad, se está empapando de este mundo, como quizá, nunca Córdoba lo vio, que no quiere decir que no lo hubiera hecho.
Don Juan no sé si tendrá ganas de que llegue el día de, frente a los cofrades de Córdoba, exponer sus ideas, sus pensamientos, su religiosidad, su apego, su amor a la Semana Santa. Se le ve tan a gusto, llevando el nombramiento de Pregonero de la Semana Santa, tan orgulloso, que quizá quiera que el día no llegue. Muchos, los que siempre van a su lado camine por donde camine, en el terreno que sea, tienen unas ganas locas de poder verlo ya en el inicio de su narración, otros muchos, quieren tenerlo ya frente a ellos, en posición enfrentada, yo, me desmontero ante el maestro, pues ha sorprendido a muchos con su caminar en Cuaresma, a mí el primero, reconocible labor, interés y entrega.
Don Juan, ¡suerte… y al atril!
Fernando Blancas Muñoz
Recordatorio La Chicotá de Nandel: Pregonera de la Juventud