Ya pasó el pregón, del cual creo que ha quedado bastante clara la opinión de aquellos de asistieron. Yo, que no fui (siempre he dicho que volveré a asistir cuando me pregone alguien que me haga sentir el pellizco cofrade), me guardo la opinión, que difiere de todas las demás.
Hoy, Jueves de Pasión, echo de menos el nerviosismo que se sentía hace apenas unos años, cuando tal día como hoy, ya nos arreglábamos con nuestras mejores galas y nos encaminábamos hacia los alrededor de la Santa Iglesia Catedral para contemplar la Estación de Penitencia de la Hermandad Universitario. Hoy era su día. Preciosa la estampa de esa cofradía por las callejuelas de la Judería. Era una característica que nunca se tuvo que perder.
Mañana, ya Viernes de Dolores. Día en el que para una servidora comienza la Semana Santa. Es el pórtico a la gloria, y no sólo porque la Reina del más blanco corazón nos espere con los brazos abiertos, sino porque ya se respira ese ambiente diferente en Córdoba. Es día de reencuentros con aquéllos que están fuera y vienen a vivir nuestra Semana Mayor con los suyos. Es día de recordar vivencias, anécdotas e irte de tapitas cofrades tras la contemplación de los distintos Vía Crucis de la ciudad.
Tres días y Córdoba se volverá a teñir de un intenso azul que impregnará cada rincón de esta Córdoba cofrade. tres días y sentiré envidia de aquellos que visten su túnica y acompañan a su Titular. Sentiré envidia de aquél que ofrece su cerviz para llevar al cielo, y los que están allí, puedan sentir el olor del paso, a sus Titulares. Sentiré envidia de aquellos que acompañan con compases a las veneradas Imágenes, pues ellos ayudan que toda la simbiosis sea perfecta.
Sentiré envidia..., sí, pero sana, de no poder vivir de nuevo, otro año más, completa mi Semana Santa.
¡Feliz Semana Santa! ¡A Disfrutar! ¡Y buena Estación de Penitencia a todos!
Raquel Medina
Recordatorio Sendero de Sueños: Cuidemos de las tradiciones