Blas Jesús Muñoz. Durante las últimas semanas hemos venido dando cuenta de algunos episodios que se podrían tildar de bochornosos, en torno a poses y actitudes tanto por parte de nazarenos como de quienes han utilizado sus vestiduras para hacer chanzas o bromas a cuenta de las mismas.
Así las cosas, hemos podido asistir, no sin cierta dosis de asombro, al espectáculo de utilizar un antifaz y su correspondiente capirote de una hermandad cordobesa para hacer una gracia con el colocándole unas gafas de sol; ver como se presta la cruz fuera del cortejo u observar como, mientras se lleva la vara se atiende el teléfono móvil.
Las últimas imágenes recogidas pertenecen a poses, las cuales generosamente se podrían catalogar de poco adecuadas, por parte de nazarenos de la Hermandad del Polígono de San Pablo.
Sin embargo, en una reacción ejemplar, la corporación hispalense no ha querido mantenerse al margen de los hechos y ha emitido una comunicación en la que insta a sus hermanos a mostrar dignidad y respeto cuando vistan la túnica de la cofradía.
Recordatorio Enfoque: El nazareno que miraba el móvil