Estamos en un tiempo de reflexiones, de ver lo mejor y peor de lo que ya ha pasado; de hacer balance para ver si ha ido todo bien, o si hay puntos o cosas que mejorar para el próximo año. Este balance no sólo lo hacen las juntas de gobierno de nuestras hermandades, sino también bandas, la prensa y hasta el propio cofrade de a pié. Podemos ver cómo se reúnen las juntas de gobierno, así como los componentes de las bandas para ver cómo les ha ido la pasada Semana Santa. También, podemos ver cómo en distintas Webs de información cofrade, aparecen entradas o artículos sobre balances de cada una de las hermandades, de lo mejor o peor que han visto, desde fuera, así como el mejor exorno floral, banda, etc., elementos, a mi parecer, secundarios en nuestras hermandades.
No sé si en esos balances, se tendrán en cuenta por parte de los miembros de esas juntas de gobierno, eso hay que verlo al año siguiente, si al final se han corregido los aspectos negativos o no llevados a cabo correctamente y cómo se tienen que hacer. Pero también hay despropósitos hechos en su estación de penitencia, o en los momentos previos a ella (semanas o días antes, llenas de preparativos) por parte de hermandades. Esto lo digo porque algunas veces parece que no y vuelven hacer lo mismo que el año anterior. Pienso que puede ser por comodidad o no querer calentarse la cabeza, o en su defecto, complicarse un poco la vida.
Uno de los ejemplos, se ha visto en la pasada Madrugada sevillana, donde se produjo -aunque un poco menos- una nueva Madrugá del pánico como la del año 2000, que como en la de aquella ocasión, con comisión de por medio, no se aclarará nada, ya que no interesa hacerlo. Pero este despropósito viene por parte de las autoridades competentes que deben velar por la seguridad de todos. Parece que con un poco de retraso, y después de que en el presente año, hayan tenido un despiste en controlar que no se produjeran lo del último año del milenio; se han puesto ya para que no ocurra y solucionar otros elementos como son los botellones en lugares de paso de las hermandades. Ya veremos, con el tiempo, qué soluciones plantean y si son efectivas.
Pero en las semanas previas, a la Semana Santa, cuando más o menos estaban definidos horarios e itinerarios de todas las hermandades de las jornadas que anteceden y preceden a la jornada de la discordia (la Madrugá), hemos visto cómo se han reunido en varias ocasiones los Hermanos Mayores de las hermandades implicadas, y cuando tenían todo definido en cuantos horarios y recorridos, se ha tirado para atrás todo lo acordado, por no tenerlo todo definido, por no haber planificado todo bien los cruces entre hermandades. Posiblemente, las prisas por tenerlo listo, hayan llevado a la precipitación, pero pienso que ha sido un despropósito no haber tenido la voluntad y las ganas de que se llevará todo esto acabo con más tiempo. El objetivo es sencillo, encontrar una solución definitiva a la jornada de la Madrugá. Ya la solución es más difícil, pero no imposible, y con tiempo, pienso que la hubieran encontrado.
Otro despropósito, que les voy a hablar, es el respecto y la educación al paso de nuestras hermandades por parte del público asistente a las mismas. He visto y seguro que ustedes habrán visto, como hay personas que se cruzan de un lado a otro de la calle, entremedio de los nazarenos, sin un mayor respecto, o aplauden cuando no tienen que hacerlo, y un largo etcétera. Les voy a contar un anécdota que presencie en persona, al discurrir de una hermandad. Corría el año 2008, en dicho año, tuve que quedarme algunos días de Semana Santa, en Granada, y puede presenciar, las jornadas del Lunes y Martes Santo. Precisamente, el Martes Santo, me encontraba en la Calle San Matías de dicha ciudad, viendo pasar a la Hermandad de la Esperanza, cuando vi como muchas personas se cruzaban de un lado a otro de la calle, pasando entremedio de los nazarenos de dicha hermandad. En el tramo de dicha calle, en el cual me encontraba, era estrecho comparado a otros, por lo tanto, no había tanto público. Pero muchos de los que cruzaron, se iban haciendo un hueco entre la gente que veía a esta hermandad, hasta que conseguían cruzar al otro lado; hasta el momento en el cual algunas personas que se encontraban en primera fila, se hartaron de esto, y se negaron a dejar pasar a alguien, además de cerrarles el paso, hasta el momento en el cual toda la hermandad pasará completamente. Me pareció muy bien lo que hicieron esas personas, de negarse dejar pasar, así como cerrarles el paso.
De esto último. pienso que es necesario formar al público asistente que se agolpa en las calles para ver el discurrir de nuestras hermandades, para que sepan cómo comportarse en cada momento. Cómo hacerlo, creo que sería los propios cofrades, lo que lleven la iniciativa, comentando a la gente que no deben hacerlo o censurarlo de una forma. Por ejemplo, yo he intentado en mi labor de diputado de tramo, de hacerles concienciar lo que anteriormente les he contado, a algunas personas que lo han hecho, cerrándoles el paso, y comentándoles que no se puede hacer.
Estos son algunos despropósitos que he visto y que sigo viendo en nuestra Semana Santa, tanto por parte de las hermandades, así como del público asistente. Evidentemente, hay más, pero sólo he querido hablar de unos pocos.
Fuente Fotográfica
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Recordatorio Cruz de Carey: La autocritica, algo necesario para mejorar en el mundo cofrade
Uno de los ejemplos, se ha visto en la pasada Madrugada sevillana, donde se produjo -aunque un poco menos- una nueva Madrugá del pánico como la del año 2000, que como en la de aquella ocasión, con comisión de por medio, no se aclarará nada, ya que no interesa hacerlo. Pero este despropósito viene por parte de las autoridades competentes que deben velar por la seguridad de todos. Parece que con un poco de retraso, y después de que en el presente año, hayan tenido un despiste en controlar que no se produjeran lo del último año del milenio; se han puesto ya para que no ocurra y solucionar otros elementos como son los botellones en lugares de paso de las hermandades. Ya veremos, con el tiempo, qué soluciones plantean y si son efectivas.
Pero en las semanas previas, a la Semana Santa, cuando más o menos estaban definidos horarios e itinerarios de todas las hermandades de las jornadas que anteceden y preceden a la jornada de la discordia (la Madrugá), hemos visto cómo se han reunido en varias ocasiones los Hermanos Mayores de las hermandades implicadas, y cuando tenían todo definido en cuantos horarios y recorridos, se ha tirado para atrás todo lo acordado, por no tenerlo todo definido, por no haber planificado todo bien los cruces entre hermandades. Posiblemente, las prisas por tenerlo listo, hayan llevado a la precipitación, pero pienso que ha sido un despropósito no haber tenido la voluntad y las ganas de que se llevará todo esto acabo con más tiempo. El objetivo es sencillo, encontrar una solución definitiva a la jornada de la Madrugá. Ya la solución es más difícil, pero no imposible, y con tiempo, pienso que la hubieran encontrado.
Otro despropósito, que les voy a hablar, es el respecto y la educación al paso de nuestras hermandades por parte del público asistente a las mismas. He visto y seguro que ustedes habrán visto, como hay personas que se cruzan de un lado a otro de la calle, entremedio de los nazarenos, sin un mayor respecto, o aplauden cuando no tienen que hacerlo, y un largo etcétera. Les voy a contar un anécdota que presencie en persona, al discurrir de una hermandad. Corría el año 2008, en dicho año, tuve que quedarme algunos días de Semana Santa, en Granada, y puede presenciar, las jornadas del Lunes y Martes Santo. Precisamente, el Martes Santo, me encontraba en la Calle San Matías de dicha ciudad, viendo pasar a la Hermandad de la Esperanza, cuando vi como muchas personas se cruzaban de un lado a otro de la calle, pasando entremedio de los nazarenos de dicha hermandad. En el tramo de dicha calle, en el cual me encontraba, era estrecho comparado a otros, por lo tanto, no había tanto público. Pero muchos de los que cruzaron, se iban haciendo un hueco entre la gente que veía a esta hermandad, hasta que conseguían cruzar al otro lado; hasta el momento en el cual algunas personas que se encontraban en primera fila, se hartaron de esto, y se negaron a dejar pasar a alguien, además de cerrarles el paso, hasta el momento en el cual toda la hermandad pasará completamente. Me pareció muy bien lo que hicieron esas personas, de negarse dejar pasar, así como cerrarles el paso.
De esto último. pienso que es necesario formar al público asistente que se agolpa en las calles para ver el discurrir de nuestras hermandades, para que sepan cómo comportarse en cada momento. Cómo hacerlo, creo que sería los propios cofrades, lo que lleven la iniciativa, comentando a la gente que no deben hacerlo o censurarlo de una forma. Por ejemplo, yo he intentado en mi labor de diputado de tramo, de hacerles concienciar lo que anteriormente les he contado, a algunas personas que lo han hecho, cerrándoles el paso, y comentándoles que no se puede hacer.
Estos son algunos despropósitos que he visto y que sigo viendo en nuestra Semana Santa, tanto por parte de las hermandades, así como del público asistente. Evidentemente, hay más, pero sólo he querido hablar de unos pocos.
Juan Evaristo Callejas Jerónimo
Fuente Fotográfica
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Recordatorio Cruz de Carey: La autocritica, algo necesario para mejorar en el mundo cofrade