Redacción. Uno de los momentos más intensos de cada Semana Santa se produce cuando cada cofrade se enfrenta ante el Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas y su Bendita Madre para constatar la imperecedera eternidad del Hijo el hombre, Alfa y Omega de todo lo creado, que evidencia la crudeza de su muerte y la infinitud de su mensaje. Nuestro compañero Antonio Poyato nos regala esta magnífica Crónica Gráfica de una de las señas de identidad de nuestro universo cofrade.