Redacción. Un inconfundible sabor de barrio acompaña a la Hermandad de Pasión cuando sus Titulares acarician las piedras del Alcázar Viejo en busca del primer Templo de Córdoba. Un aroma único que marca la especial idiosincrasia que abandera la corporación de San Basilio desde su fundación y que derrama por los rincones del sentimiento la esencia de la Córdoba de siempre. Intachable el caminar de Nuestro Padre Jesús de Pasión al compás de la excelente Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva, que llegó por segunda este año a la Catedral y que junto a su Bendita Madre, María Santísima del Amor regaló instantes para el recuerdo algunos de los cuales fueron recogidos por nuestro compañero Antono Poyato en este magnífico reportaje.