Blas Jesús Muñoz. La pregunta a nuestros sanedritas esta semana indaga en aquellas personas que -para ellos- merecen su reconocimiento más sincero, gracias a la labor realizada en cofradías. Sus respuestas les sorprenderán:
Ananías. No puedo dar un solo nombre, tendría que dar más de 60. Este año, y por cosas del destino, he sido espectador de uno de los mejores momentos en muchos años viendo Semana Santa. Como dije antes, cosa del destino me llevo el Jueves Santo a ver la recogida de la Hermandad de la Cena. El paso extrañamente da un giro de 360 grados volviéndose hacia el público que allí estábamos quedando frente a la banda. Yo me encontraba junto a mi familia en la acera a la altura donde se detuvo el banderín. El paso arrió y el capataz haciéndose paso entre cruces y penitentes, penetra entre las filas de la banda y se dirige a dos componentes de ella para llevarlos delante del paso, antes de salir de la corporación musical miró a los músicos diciéndole que ellos habían sido parte importante de ese Jueves de Fe. Tras esas palabras, media banda y creo que me quedo corto rompió a llorar...
El cofrade que me ha impactado esta Semana Santa ha sido, la Agrupación Musical Sagrada Cena, espero que la ilusión y el brillo de sus ojos mojados por las lágrimas sigan vivos cada año en una cita de Jueves Santo que seguro repetiré el año que viene.
Anás. Este 2015, la Agrupación reconoció a Luis Miguel Carrión, cómo Cofrade Ejemplar, nominación con la que estoy plenamente de acuerdo, su trabajo durante tantos años por el bien de nuestras hermandades, se merecía esta nominación y puede ser uno de los que más me haya gustado, pero sería injusto reconocer sólo a una persona en este universo cofrade local.
Al margen de Curro, yo si quisiera resaltar no a una persona en concreto, yo quisiera que nos acordasemos de tantas personas que sin hacer ruido, sin salir en ningún medio, contribuyen de una manera ejemplar con nuestra Semana Santa. Empezamos con esos músicos, con 10 meses de ensayos, muchas noches de labor, machacando los sones para que sus sonidos, llegado el momento, sean celestiales y nos trasladen al mismo cielo. A esos capataces, a esos auxiliares, que preparan todos sus actos con su gente con tanto esmero, igualás, ensayos, etc., y que tantas horas le roban a la cama y a sus familias. A esos costaleros, cuya entrega es mucho mas que ir a un ensayo, poniendo el corazón en ellos, el tiempo, los kilómetros de coche, hay que recordar que algunos vienen de muchas partes de nuestra provincia u otras cercanas. A esos Diputados Mayores de Gobierno, que junto a sus equipos de Desfile ya en Noviembre están revisando los obstáculos que se pudieran dar en su Estación de Penitencia y que tanto trabajo tienen también luego para estructurar y ordenar el desfile. A esos priostes, a esos Mayordomos, cuyo esmero en que el arte se convierta en belleza sublime, hace que las horas no existan, a esos Grupos Jovenes, que con su ilusión, ponen el punto de inquietud y nervios que nunca hemos de perder.... A tantas personas que realizan esos y otros tantos trabajos buscando el esplendor de sus Titulares y que hacen que esto, merezca la pena. Gracias por hacer posible nuestra Pasión.
Caifás. Tal vez, la pregunta más difícil hasta el momento. He conocido a muchas personas que merecerían que las nombrase, pero puede que el cofrade que más me ha impactado sea Rafael Fernández de la cofradía de la Oración en el Huerto. Si no me equivoco, el pasado Domingo de Ramos eran unos doce o trece los "Fernández" que salieron con su hermandad. Todo un ejemplo.
Esdras. Nadie. Hay nombres, algunos han sido cofrades ejemplares otros han sido auténticos ejemplares de cofrades, pero soy incapaz de ofrecer el nombre de alguien que realmente me haya impactado.