Antonio Rendón Domínguez. Tras la celebración del pregón de las glorias, a cargo del joven Álvaro Carmona el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Sevilla, que presidió en el Altar del Jubileo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, emprendió el regreso a su sede del Salvador.
Entronizado en su carreta de plata, tirada por bueyes, partió del templo catedralicio por la misma Puerta de Palos, a diferencia del recorrido de la ida, bajo multitud de sevillanos que esperaban la salida del Simpecado de la Catedral para verlo transitar por las calles del centro de Sevilla.
En el cortejo estuvieron presentes todas las Hermandades de Gloria y algunas de Penitencia y filiales rocieras, para llegar al Ayuntamiento hispalense, donde le esperaba la corporación municipal para rendirle honores a la patrona de Almonte de la Hermandad del Salvador. El exorno floral de la carreta estuvo compuesto por gitanillas de todos los colores. El cortejo fue acompañado por un grupo de tamborileros abriendo paso, interpretando sevillanas y diferentes composiciones, así como el coro rociero de la Hermandad delante del Simpecado cantando su repertorio rociero.
Desde la salida de la Catedral hasta el Ayuntamiento, la parte musical detrás de la carreta, fue desarrollada por la Banda de la Unidad de Música del Cuartel General de la Fuerza Terrestre de la Región Sur “Antigua Soria 9”, que interpretó distintas marchas militares y pasodobles, bajo la dirección de su director titular el Capitán Manuel Bernal Nieto.
Fotos Antonio Rendón Domínguez
