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jueves, 4 de junio de 2015

Verde Esperanza: La acomodación del “todo vale”


            Primer artículo de este mes de junio en el que, Corpus Christi aparte, la actividad del cristiano y la del cofrade –especialmente- empieza a decaer alarmantemente. Pero Dios no se toma vacaciones, como dice el Director Espiritual de mi Hermandad. El artículo no va a ir por ahí, pero quería dejarlo plasmado: el cofrade tampoco se toma vacaciones en su labor.

             Lo escribía justo después de Semana Santa. Las propias Hermandades tienen una gran cuota de responsabilidad de la tremenda falta de respeto que muestra el público en Semana Santa al tránsito de los cortejos procesionales. Para quienes gestionan una Hermandad, el trabajo es constante durante 364 días del año, y este luego se ve reflejado el día de la salida procesional, para bien y para mal. Lamentablemente, y dejando claro que hay Juntas de Gobierno que se desviven por su Hermandad ejerciendo una buena labor, soy de la opinión de que uno de los defectos que estas han tenido históricamente es una patología generalizada: la acomodación del “todo vale”. El diagnóstico es simple, consiste en salir del paso de la manera más sencilla posible a distintas situaciones cotidianas –o no- de una Cofradía. 


Hay una amplia gama de ejemplos que podría ofrecerles, seguro que a usted ya se le ha venido alguno a la cabeza. A mí, así a bote pronto, se me ocurre uno que puede ilustrar a la perfección lo que trato de decir. ¿Hay problema de número costaleros en una Hermandad de negro? Fácil, sencillo y para toda la familia: le metemos una banda detrás al paso para que al calor de las marchas acudan costaleros para sacar el paso. Poco importa que a estos no les importe demasiado lo que llevan sobre sus hombros, prestando más atención a lo que va detrás. Con tal de poder sacar al misterio a la calle, el fin justifica los medios. Poco importa que lleven ruán y esparto sobre el lúgubre negro que reviste a los nazarenos. Poco importa la trayectoria histórica de la Cofradía y el modo en que ha procesionado durante tantas décadas, incluso siglos. Lo único que interesa es el aquí y el ahora, solventar la situación como se pueda. Falta valentía para afrontar el problema de raíz, y sobra acomodación al motivar la creación problemas distintos del tallo del anterior. En el ejemplo concreto que les he puesto, es evidente que la música procesional es algo que atrae al costalerito de turno, pero… ¿es la solución al problema original? Absolutamente no.

            Si fuera al contrario, las Cofradías de silencio tendrían los días contados en la Semana Santa: todas comenzarían a incluir acompañamiento musical tras sus pasos para atraer costaleros como quien atrae mujeres u hombres con ropita ajustada y enseñando cacho. Quizá no sea el ejemplo más políticamente correcto, pero refleja fielmente a lo que pretendo hacer referencia. Quien se acerque se estará fijando exclusivamente en el exterior, y poco importará lo demás, probablemente no sea una relación duradera. El problema no es que un Sagrado Titular se quede un año sin procesionar sobre su paso –siempre existe la parihuela-, el verdadero problema es que el cofrade de a pie en general percibe cada vez menos el encanto en el rachear callado del costalero, en la levantá del paso al tercer golpe de llamador, sin que el capataz tenga que lucirse con algunas palabras sacadas de algún otro vía YouTube. Y esto, querido lector, como siempre tiene la misma solución: formación, formación y formación. Creo que lo habré repetido en mi columna virtual en unos tres de cada cuatro artículos, pero es que pienso firmemente que la solución al 99% de los conflictos relacionados con las Hermandades es una formación católico-cristiana de calidad. 


            Dejando de lado este ejemplo, con el que me he extendido con el fin de dejar meridianamente claro a lo que me refería con “la acomodación del todo vale”, me gustaría detenerme en la causalidad de la misma. Los motivos que propician que se tomen decisiones a la ligera con el objetivo de salir del paso pueden ser de distinta índole. Desde las prisas de la vida de la sociedad actual, que impiden tomar decisiones meditadas en el seno de una Hermandad, hasta el peso específico de aquellos miembros de Junta de Gobierno que, ya cansados de Cofradía –para qué engañarnos, es un mundo que quema mucho-, serían capaces de decidir una cuestión importante lanzando una moneda al aire, con el fin de no calentarse la cabeza –hablando en plata-. Todo ello pasando por el desconocimiento de los cofrades. Desconocimiento de su propia Hermandad, de dónde viene y qué idiosincrasia ha llevado a gala históricamente, del sentido de la Semana Santa, oculto en un bosque que el cofrade no es capaz de discernir de un puñado de árboles. Hasta desconfianza en la capacidad de resolución de problemas por parte de los demás, y por querer hacerlo todo uno mismo, descuidar la calidad del trabajo. Bajo el amparo del “todo vale”, y con la excusa de que la inmensa mayoría del público en Semana Santa no se dará cuenta de las posibles carencias o poca calidad del trabajo, podemos estar tirando piedras sobre nuestro propio tejado, hasta que la casa se nos caiga encima.

            Lo cierto es que la desidia normalmente termina venciendo la batalla al ímpetu. Un ímpetu que puede estar relacionado con la juventud y una desidia que puede achacarse al exceso de tiempo pasado en una Junta de Gobierno. O al contrario, que de todo hay en la viña del Señor. Como decía anteriormente, el mundo cofrade genera un gran desgaste a todo aquel con la valentía suficiente para formar parte de una Junta de Gobierno, y llega un punto en el que comienza a dar igual cómo se hacen las cosas. Es un aspecto inherente de la vida del cofrade, pero tan habitual debería ser el saber cuándo hay que dar un paso atrás y dejar a otro tomar el testigo. Eso se llama ejercicio de responsabilidad. Cualquiera, con cualquier actitud, no puede estar en el seno de una Hermandad. La acomodación no debería entrar en el diccionario de ningún cristiano, mucho menos de uno cofrade.

José Barea















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