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viernes, 24 de julio de 2015

En mi Huerto de los Olivos: Las palabras se las lleva...



Estamos viviendo una época donde todas las veces que abrimos nuestra boca es para caer en el descrédito, de nuestras propias mentiras y sandeces que no somos capaces de reconocer y rectificar o solo de cumplir lo que prometimos. Tenemos el síndrome del “político” por tal de que nos escuchen y de atraer a los que nos interesan con falsas promesas y falsos actos.


Nos solemos fijar mucho en lo que dicen los demás de nosotros o de nuestro ambiente, y si no está dentro de lo que queremos leer o escuchar enseguida nos alteramos. ¿Por qué no te alteras contigo mismo que quieres aparentar ser algo que no eres? ¿Qué te crees que eres más que nadie? ¿Él nos enseñó esta forma de ser y de actuar con los demás? Donde está la verdad, el respeto, la comprensión, el perdón.

Si aquí cada vez nos gusta más ser el protagonista por encima del que llevamos sobre nosotros como costalero que podemos ser, como capataz que guía a esos privilegiados y algunos les gusta que se fijen en él, más que lo que llevan, o ese nazareno que viste la túnica para hacerse ver por los de su estirpe como él manda más, o ese otro nazareno que va a que se enteren todos que sale de nazareno.

Estamos en la misma situación cuando Jesús echó del templo a los fariseos. ¿A qué jugamos? ¿Qué estamos por el traje negro? ¿Qué nos gusta un costal y ser el protagonista? ¿Soy nazareno y mis cojones son los que mandan? Lo mejor de todo esto es que después queremos dar clases de moralidad, de sentimientos, de valores, de cristianos y católicos.

Falsas palabras de que tú volverás, o tranquilo que te voy a dar. Que hay que ser para tener un sitio de protagonista. Pues está visto que cuanto menos honor como persona, si de verdad la palabra honor, tiene algún sentido para los que mandan o gobiernan en las hermandades. Pero esto es lo que tenemos. Y nos guste o no es triste pero es así, doloroso e incomprensible.

Viendo el otro día una de las procesiones del Carmen, por cierto muy guapas las dos, y cada día más marinera esta Córdoba calurosa, me saludaba un capataz y costalero que no hace mucho fue noticia. Me comentaba lo han conseguido y al final he desistido. No se podía aguantar más y me marche al igual que tú, que a ti te prometieron ese sitio y al final no fueron capaces de darte, después de haberte lo prometido.

Está demostrado que más vale caer en gracia que ser gracioso. Y está claro que si además de que no caer en gracia por tu forma de ser y que además no te callas ante tiburones cofrades, pero no te callas, con educación y sin perder las maneras y formas, a eso si, si tu pierdes las formas y maneras en la discusión seguro que algún momento yo lo haré también, porque no me va a pisotear nadie.

Así que siempre tendremos este tipo de cuentas e historias. Con esta “caló” seguiremos disfrutando de nuestras hermandades, seguirán sorprendiéndonos los encargados de hacerse notar, los que en su vida la palabra de hacerse notar bajo la forma que sea o manera que sea o incluso saltándose las reglas de su hermandad o interpretándolas a su antojo o interés, serán en torno, a que se les reconozca porque para ellos la humildad y el no ser protagonista no va en su estilo de vida. Lo peor de todo, que después ni se dejan aconsejar, ni reconocen su error, por favor eso es ya de caer muy bajo. Seguirán con su arrogancia y les dará igual que hacer por tal de quedar bien sobre todas las cosas.

Lo mejor de todo que el tiempo es el único juez que nos pondrá a cada uno en nuestro sitio, tanto para lo bueno como lo malo. Lo que si me desconcierta un poco que ese tiempo habrá que saber esperar porque no será cuando uno quiera, sino cuando él lo decida, pero es así.

Bueno pasando a otro tema que “jartibles” somos con el día de calor que hizo el pasado 16 de julio, bueno fue otro día más de la continua ola de calor que llevamos, que estábamos en las calles viendo pasos y escuchando marchas por algún rincón.

Momentos muy especiales al entrar en la plaza de capuchinos para un capataz como D. Rafael Muñoz, el jueves pasado al entrar en esa plaza y contemplar cuantas muestras de cariño por parte de unos y otros. Al igual que las caras de unos y otros de la Junta de gobierno de la hermandad de la Paz y Esperanza que días antes habían tomado una decisión muy dura, supongo, y que días después se encontrarían de frente de nuevo al que hasta hace días era el capataz de su paso de palio. Rafael, por momentos me hubiese gustado estar en su sitio y por otros la verdad que no.

Otra cosa un poco desafortunadas las palabras sobre la celosía por parte de algún miembro del Cabildo de la Catedral sino pudiese entrar algún paso. Supongo fue un error de interpretación, o de explicación, porque no sería lógico dejar alguno sin poder entrar en la Catedral de Córdoba. Se está poniendo por parte de todos para llevar la Carrera Oficial a la Catedral, para que ahora se vean algún paso por sus dimensiones quedarse fuera. No sería lógico.

Bueno pues hemos terminado por hoy. Ya me queda menos para tomarme unos días de descanso, que a buen seguro me los tomaré. Nos vemos de nuevo por alguna calle de Córdoba viendo alguno de los pasos que saldrán en este mes próximo de Agosto.


Pachi Giraldo


Fuente Fotográfica



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