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jueves, 9 de julio de 2015

Un recuerdo imborrable de la Magna


Blas Jesús Muñoz. Son muchos los recuerdos, los detalles, los instantes -previos y vividos- que la celebración del Regina Mater ha dejado para siempre en la ciudad, en sus calles y en sus templos. Todo ello, sumado a la relación intensa de convivencia entre las hermandades que vinieron y las que ejercieron de anfitrionas.

Una de las que acogió con hospitalidad a dos corporaciones, no fue otra que la Hermandad del Huerto, la cual acogía tanto a la cordobesa Hermandad de Linares como a la de Nuestra Señora de Gracia de la localidad de Benamejí.

Una relación, durante los días previos a la celebración de la Magna Mariana, que ha dejado una huella fraternal intensa entre estas tres corporaciones y que ha dejado su simbólico testimonio tanto en el regalo de las medallas de ambas corporaciones como el de un Rosario para la Virgen de la Candelaria por parte de la mencionada Hermandad de Linares.

Así las cosas, la corporación del Domingo de Ramos cordobés ha querido expresar públicamente el orgullo que haber recibido dichos presentes suponen para ellos. Toda vez que ponen en valor "la lección de saber estar que han demostrado en los días previos, sin duda, hemos aprendido mucho de ellos".










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