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miércoles, 5 de agosto de 2015

Cruz de Carey: Participación en la vida interna de las hermandades


Leyendo el artículo de ayer de mi compañero, Guillermo Rodríguez titulado "Invasión costalera", me ha dado por reflexionar sobre el por qué los hermanos no se integran en la vida de hermandad, ya que hay muchos que apenas se dejan ver en diversos actos que realiza cualquier hermandad, incluso en los cultos. Evidentemente, no ocurre en todas las hermandades, pero sí en bastantes.

¿Qué razones pueden haber para que muchos hermanos no se acerquen y participen en las actividades organizadas por su hermandad? Es una pregunta que puede tener una difícil respuesta o fácil, según como se mire. En este artículo voy a darles mi opinión al respecto, así como voy a darles ejemplos de casos significativos donde las previsiones de hermanos en un acto organizado por una hermandad, ha sido sobrepasadas.

Sobre esto último que les comento, hace poco, se ha comprobado en un cabildo general de hermanos de elecciones, en el cual numerosos hermanos participaron depositando su voto por uno de los candidatos o votando en blanco. Esta hermandad se trata de la de la Esperanza de Triana que celebró el pasado mes de Junio, y en la cual participaron más de 2500 hermanos, un cifra bastante significativa, aunque también es significativa la hermandad en la cual ocurrió, una de las más seguidas y con más hermanos de la capital hispalense. 

Cierto es que esto no ocurre en todas por igual, que un porcentaje alto de hermanos participan en los cabildos, y más en los cuales hay que elegir a su Hermano Mayor y Junta de Gobierno que regirá los destinos de su corporación. Sin embargo, veo necesario que aumente en aquellas hermandades que lo necesitan, el número o porcentaje de hermanos que participan con su voto en las decisiones importantes, debatidas y votadas en los cabildos. 

En cuanto a la baja participación de los hermanos, y el pasotismo de aquellos que no están integrados en la vida interna de su hermandad, pueden haber varias razones. Yo voy a dar algunas razones que pienso que pueden ser. Una de ellas, pueden ser que algunos "aburran" a los hermanos que vienen con ilusión para trabajar y ayudar a su hermandad, así como a participar en las actividades organizadas. Parece como no quisieran que estuvieran presentes en nada, como si fuera en algunas ocasiones como un grupo cerrado o algo por el estilo. 

Otra de las razones que pienso, puede ser alguna discrepancia con la Junta de Gobierno que preside la hermandad. No se está de acuerdo en alguna decisión o han tenido algunas palabras de más con un oficial de la hermandad, en cuanto al rumbo que está tomando dicha corporación. En este caso, debe ser el propio Hermano Mayor el que ponga paz, y solucione el tema; y ya si el Hermano Mayor, está ya involucrado o no puede conseguir resolverlo, creo que debería tomar decisiones de cierta importancia.



Por otro lado, están aquellos hermanos que sólo le interesa su hermandad o cofradía, justo cuando llega la Cuaresma -y algunas veces ni esto-, o cuando debe salir para realizar estación de penitencia. Ya sería un pasotismo enorme, ya que sólo te interesa para realizar el culto externo más importante, y para nada más. Esto se da, también en otro tipo de hermandades como pueden ser las de gloria o sacramentales.

Os puedo decir, que yo puedo encajar en algún tipo de hermanos, que no aparece mucho por su hermandad, y ciertamente, es porque en ocasiones, no me he sentido cómodo, me han aburrido, como he sido apartado. También, cuando me han necesitado, pronto me han llamado; para más tarde, cuando la necesidad ha desaparecido, pasar de uno y no querer nada de ti. Yo sigo asistiendo a los cultos que realiza mi cofradía, aunque en los últimos tiempos no he asistido a los cabildos. Pero como en muchas ocasiones, veo decisiones que no acertadas, o qué la hermandad que quieres, toma rumbos que no son los adecuados. Todo esto que he comentado, realmente hace que deprimas al principio, y pases de todo. Por eso, pienso que deben ser la propia Junta de Gobierno, la que toma el "toro por los cuernos", con voluntad para animar a participar en la vida interna, y debe ser el propio Hermano Mayor, el primero que lo debe hacer.


Juan Evaristo Callejas Jerónimo







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