La palabra “merced” como tal, puede significar muchas cosas, se puede utilizar en una frase con muchos significados, pero me quedo con dos palabras que la definen, “regalo” y “favor”, el regalo que es, por ejemplo, la Hermandad de la Merced para Córdoba, y el favor que le hace a tantas personas que gracias a ella, viven el cristianismo puro, sin maldades, la música pura, sin ajuste de cuentas, el compartir como algo normal, aunque para algunos sea tan difícil incluso leerlo, la amistad, como algo necesario, a pesar de que haya quien prefiera en sus hermandades echar a los amigos, y la ayuda al necesitado, el brazo sustentador, la sonrisa como mejor palabra de ánimo, hacen de la Hermandad de la Merced a día de hoy para este que les habla, una de las hermandades que con todo coherentemente dispuesto, es ejemplo de Hermandad incluso no en Córdoba capital, si no para la provincia, para Andalucía, y para tantos y tantos partidos políticos que buscan con la palabra ante el inculto el voto, y luego con los hechos, llenar los bolsillos de los de siempre, ya no vaciando, si no con la negativa de llenar los bolsillos o los estómagos de los que en verdad lo necesitan.
A veces hay que buscar la reflexión simple, no la compleja. No hay que estudiar para echar cuentas, para hacer rocambolescos estudios.
Lo simple dice a día de hoy, que la diferencia por ejemplo entre las personas que se esfuerzan día a día en trabajar por la Hermandad de la Merced y nuestra Alcaldesa, es que la segunda se preocupa en poner a laboriosos trabajadores que todos pagamos, a retirar algo que para muchísimos cordobeses tiene un valor sagrado y simbólico en la ciudad, en vez de preocuparse en que estos trabajadores, en ese rato que iban a perder en ello, sirvan para ayudar, atender, informar a las personas que vayan a resolver algún problema personal y seguro que de mayor índole que la de quitar un cuadro, y los primeros, sin cobrar nada, sin mandar a nadie que haga nada, haciéndolo con sus manos, están dando de comer, ayudando a vivir decentemente, a muchas personas de su barrio, y a tantas otras personas que por medio de instituciones como Cáritas, necesitan, piden porque necesitan, y no otra cosa que poder vivir, que fíjense. qué necesidad más tonta la que hace esta Hermandad y esta extensión social de la Iglesia. Cáritas, siempre ha dicho que “TRABAJA POR LA JUSTICIA”. Eso se lo he escuchado yo a los mismos políticos, que luego, han utilizado como justicia aquella en que todo seguía igual, excepto el aumento de robos a mano armada a Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas y Estado Español. Cuando hablo de Estado Español, también me refiero a Cataluña, que conste.
La segunda semana de agosto, mes donde Córdoba anda vacía y muerta en vida y gracias a los medios digitales de noticias, como el que el diario Abc tiene, los cordobeses pueden leer estas cosas buenas de su ciudad, aun no estando en ella, el periodista Rafael Carlos Mendoza nos daba datos alentadores para los cofrades. La expresión que me vino a la cabeza al leerla fue la de, “una Hermandad que con todo lo que lleva para adelante, en proyectos, en inversión de juventud, música, costaleros, nazarenos, sus Imágenes, cuidado de sus pasos, de su patrimonio, tiene en cuenta lo verdaderamente importante”.
Rafael Carlos, ese periodista que precisamente no ocupa el trono maestrante de la profesión en la Córdoba Cofrade, nos relataba, seguramente con gran admiración, que con recogida de alimentos y material escolar, la Hermandad de la Merced en el ejercicio de 2014, aportó unos 17.000 euros a su obra social, utilizados para satisfacer al banco de alimentos, a familias necesitadas, así, como al pago de recibos que son de primera necesidad para las personas, y a los cuales algunas familias, ni a eso pueden hacer frente.
La Hermandad de la Merced, dispone de hasta una cuota de 3 euros al año, a parte de la propia de perteneciente a hermano, para todo aquel que quiera ayudar así en esta, iba a decir bella, pero mejor digo, básica y primordial labor, pues, esto es una Hermandad. Me gustaría preguntarle a Rafael Carlos, si seguramente la noticia que en muchas Hermandades se daría, sería en que para poder pagar la flor, la banda, o estrenar tal o cual dorado de no sé dónde, se aportará este año una cuota de 3, 4, 5, 10 €. Lastimoso que piense así, pero, es la triste realidad.
Rafael Carlos Mendoza, al igual que mi amigo José Prieto, al que la vida no le ha dado aún esa oportunidad, y la niega y la niega, y la da y no es continua, son quizá los periodistas cofrades que necesitamos. Que no utilizan exclusivas, que luego son falseadas por quienes se las dan para incluso, alumbrar con miedo sobre sus propias hermandades, jugando con su patrimonio por ganar dos duros mal contados. No son estos dos periodistas de los que les hablo, aquellos que se pavonean con los enchaquetados que no han sudado bajo un paso, y saben de costal más que Lorenzo de Juan, Javier Romero o Juan Berrocal. No se codean con aquellos que los pueden colocar a dar tal Pregón de tal Hermandad, porque allí tenemos enchufe, para el día de mañana tenerlos como marionetas para dar sus informaciones, para manipular la información de todos. Por eso es, que Rafael Carlos Mendoza, como algún otro, nos da esta información, que si interesa a mi forma de ver, porque defiende lo que es una Hermandad, porque defiende en tiempos de guerra declarada abiertamente hacia las mismas, lo que tanto se hace por nuestra ciudad. Francisco Mellado, bastante papeleta tiene con los ideales de su periódico, y cruel batalla se le presenta, por ejemplo con el tema del mayor Templo de la urbe. Hasta ahora, chapó por él.
Sin más me despido hasta la semana que viene, simplemente, reflexionen, busquen en su bloque, incluso en su familia, ejemplos de personas que a buen seguro, desde hoy saben que su solución, por desesperada que sea, tiene a la Hermandad de la Merced, como a otras muchas, y me consta, para poder ser vía de solución, aunque esta solución sea simplemente momentánea, y los que la pueden hacer real, estén quitando los cuadros de Parlamentos, Imágenes de Santos de Ayuntamientos, y mierda de sus bolsillos para llenarlos de mísero dinero gracias a falsas promesas, que cuatro tontos creyeron. Eso sí, la mierda, pura y dura, esa que llevan en el corazón, no se limpia con dinero amigos.
Fernando Blancas Muñoz
ANEXO: Utilizo este medio, para dar todo mi apoyo a la familia de Don Alfonso López Díaz, mi más sincero pésame, así como hacerlo extensible a la Banda de música y a la Hermandad de la Esperanza. No puedo decir nada de él, puesto que no lo conocía, pero quienes sí, no hablan más que maravillas la gran persona que nos ha dejado, así como de su vitalidad, su eterna sonrisa y esa persona que a buen seguro, en el seno de su banda será irreemplazable. Que una persona de la que se hable bien cuando se va, es medianamente normal, pero lo importante, es cuando todo el mundo habla de él cuando ya falta, con la voz resquebrajada, y sobre todo, con un inmenso cariño como de él me han hablado en las últimas horas. Don Alfonso, su Señora ya lo espera en su Salida Extraordinaria, para usted también será especial, pues será la primera vez de tantas que le toque desde el cielo, y mucho más cerquita de Ella. Hasta siempre, y descanse en paz.
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