Blas Jesús Muñoz. La escalada de acontecimientos no cesa, aumenta y crece en intensidad conforme el tiempo estival comienza a tocar su fin. El candado echado al Museo Cofrade (tal vez, innecesario, pero simbólico en este contexto) ha constituido el penúltimo capítulo de la apuesta del Consistorio por relegar a las cofradías a un papel terciario, en el mejor de los casos.
La Virgen de la Fuensanta ha quedado expulsada de su propia feria, se ha amenazado veladamente con cobrar a las cofradías con pagar por salir a la calle, se está eternizando la apertura de la segunda puerta de la Catedral y cavar la fosa del ansiado traslado de la carrera oficial. Y así un largo etcétera hasta llegar a permitir una marcha gay el mismo día que la Hermandad del Caído realizará la salida extraordinaria de sus Titulares.
Ausencia de criterio
Resulta llamativo que, tras las declaraciones del Concejal de Seguridad Emilio Aumente, donde hablaba de girar tasa por procesiones como la Magna Mariana a causa de la falta de efectivos de la Policía Local, se permita la coincidencia en una misma jornada y en una franja horaria prácticamente coincidente de dos acontecimientos como la salida de la Hermandad del Caído y el desfile con vehículos turísticos "Descubre Córdoba", organizado por varias asociaciones de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.
Una más que sospechosa coincidencia que, más allá de demostrar que habitamos en una ciudad abierta, da para pensar en lo contrario, si atendemos a la marginación paralela a la que el gobierno municipal somete a la Copatrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Fuensanta Coronada, en las fiestas que se realizan en su honor.
@BlasjmPriego
Fuente Fotográfica
Recordatorio ¿Expulsan a un costalero del Caído?