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sábado, 1 de agosto de 2015

La Espada de Damocles: Tranquilidad estival


Parece que por fin, y para descanso de muchos, las noticias de actualidad cofrade han llegado en esta semana a su mínimo anual, permitiendo así desconectar merecidamente, del hervidero de noticias cofrades que nos han estado bombardeando incesantemente desde que empezó el año. No me malinterpreten, no estoy diciendo que el cofrade sólo lo sea en Cuaresma y Semana Santa, circunstancia que critico, pero sí que es merecido dejar nuestra cabeza en el alivio que significa desconectar de este mundo que antes era temporal, y ahora parece que se alarga sin descanso con el pasar de los meses siendo habitual hablar de estos temas en los meses estivales, o con polvorones en la boca.

Con esta ociosidad cofrade, o tiempo de letargo, podemos hacer un examen de conciencia, acerca de si queremos convertir, o explotar de esta manera la sociedad cofrade de Córdoba. Me alegra, profundamente, ver cómo cada vez, son más los que se animan a formar parte de las cofradías, y más cuando ese ánimo, lleva a completar nuestra Semana Santa con las nuevas hermandades que surgen por los barrios lejanos, y que indudablemente es un brote para dar vida a las feligresías de esas parroquias.

Pero como siempre digo, toda rosa tiene espinas, y no es ningún secreto que estamos convirtiendo la noticias cofrades, y a las cofradías en burdas noticias de prensa sensacionalista. Este tipo de publicidad, aunque en cierto modo potencia y difunde la cultura cofrade, también es un arma de doble filo porque muestra una cara superficial y vana de lo que significa en realidad estos organismos pertenecientes a la iglesia Católica, realidad ésta en muchos casos olvidada.

Hablo de este tema, porque hay que concienciarse de que pertenecemos a la Iglesia, con los mismos deberes que los sacerdotes y religiosos/as, y es de comprender que haya sectores en esta nuestra multicultural sociedad que no comprenda como las cofradías como parte de la Iglesia, se comporten de maneras más que criticables. No es de cristianos, ni me representa como cristiano actitudes dictatoriales dentro de las hermandades. Ni como hermanos, echan o cesan a sus hermanos por no ser de la misma mentalidad, o como se prescinde en muchos casos de los jóvenes en los actos de las hermandades por considerarlos poco capacitados o preparados. Tampoco me representan hermandades y hermanos más pendientes de su patrimonio que de si le falta pan a sus hermanos más desfavorecidos. Y es que nuestra carencia en preparación catequética dentro de las cofradías, olvidando así las cosas de Dios cambiándolas por las mundanas, nos hace desconocedores de la importancia de la caridad dentro de las tres virtudes teologales, porque de la fe, la esperanza y caridad, la más importante es la caridad, es decir, el amor. Y también me avergüenza como hay personas que banalizan con cosas tan respetables y honrosas como es el oficio de costalero, para convertirlo en mero pasatiempo , como si de un deporte se tratase.

Así que ahora que podemos pensar en éstas y más cuestiones, replanteémonos las cofradías y su función dentro de la Iglesia, porque ser cofrade y decir que no se cree en la Iglesia es como ser vegetariano y comer carne. No se puede no creer en uno mismo, y ya que se ha puesto de moda criticar a la Iglesia, y decir yo creo en Dios pero no en la Iglesia, debo decir que yo tampoco. Yo no creo en la Iglesia, no se puede creer o no en algo que es visible, no se puede no creer en un organismo, se puede o no creer en lo que este organismo predica, y puesto que predica el amor y adora a Dios, en su Santísima Trinidad, no puedo sino participar de ella, ser un miembro útil y activo de esa Iglesia que por mucho que les pese, fundó Cristo y se ha mantenido inalterable a lo largo de la historia. Porque los que se alejan de la luz sólo encuentran oscuridad, y la oscuridad lleva a las herejías.

                                                                                                                      Antonio Maya Velázquez








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