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miércoles, 11 de noviembre de 2015

Enfoque: No querías sopa, pues toma 37 tazas


Blas Jesús Muñoz. La decisión no ha sido sencilla y ha costado décadas, pero si el tiempo y la autoridad lo permiten la Semana Santa de Córdoba verá en pleno a todas sus cofradías en el primer templo de la ciudad en 2016. El consenso, la unanimidad de la que siempre adolecieron los cofrades, por las malas artes de un sector político de la ciudad, ha brotado como un clamor y su reflejo se proyectó en una asamblea de hermanos mayores que ya es parte de la historia.


Les confieso que cuando me llegó el mensaje al móvil me sentí tentado de gritar ¡qué vivan las cofradías! Con menos gracia y literatura que Núñez de Herrera, pero con la certeza de saber que, aunque pueda haber errores, la decisión es la mejor en muchos sentidos. Al menos, hemos enseñado los dientes y eso para alguien que se bate con palabras a diario es un orgullo.

Ahora, frente a mi ordenador espero la respuesta que ya he aventurado por redes sociales. Las trabas, la actitud defensiva de quienes se sienten ofendidos porque los "tontos" estos se han espabilado. Ahora, puede que los informes de cualquier organismo que advierta del peligro serán acogidos con una algarabía a modo Berlanga y su Bienvenido Mr. Marshal. ahora, la seguridad y sus largos etcéteras puede que aparezca.

Sin embargo, no olviden que ahora las cofradías se han autodeterminado y no como la política catalana. No, no. Han dicho alto y claro que quieren ir a su templo, a su casa, a arrodillarse ante Jesús Sacramentado. Puede que nos declaren una "guerra" de declaraciones, desprecios, etc. Y hasta puede que cobre virulenta tras el 20D. Pero no olviden que las hermandades no son partidos y que se han pronunciado, no en contra de, sino a favor de una idea que los proteja y los llame a refugio, su Catedral.









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