Blas Jesús Muñoz. En fechas recientes, les informábamos en Gente de Paz acerca de como un organismo como el Icomos, a través del informe firmado por su Presidenta en España, Begoña Bernal, se permitía una comparativa de la guisa que va entre la instalación de un suelo radiante y la apertura de una celosía.
Sin embargo, no nos hallamos ante el único contenido sorprendente de dicho informe, sino que en el mismo -en su parte final-, se hallan una serie de "recomendaciones" que, por su tono, cualquiera podría pensar que se trata no de un órgano consultivo, sino ejecutivo en toda regla; con expresiones del tipo de las dirigidas a la Consejera de Cultura y al Gobierno de la Junta de Andalucía a la que solicita "actúe con contundencia y claridad ante propuestas como las analizadas aquí". Toda vez que, ante la resolución adoptada por Rosa Aguilar parece haber sido anuente con dicho requerimiento.
Por otra parte se solicita en términos bastante exigentes "a la Consejería de Educación, Cultura y Turismo y al Gobierno de la Junta de Andalucía que asuma, respete y difunda los preceptos de la UNESCO y sus textos de referencia, así como los principios de la doctrina internacional de su organismo asesor, el ICOMOS".
Finalmente, también hay "solicitudes" para el Ministerio de Cultura, al que insta a "adoptar una
posición clara y tajante a favor de la correcta protección del bien, Mezquita de Córdoba, inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial. Aunque las competencias en materia de patrimonio estén transferidas a las Comunidades Autónomas". Dejando un cierto sabor a mandato, imperativo y atribución de competencias en dichas solicitudes.