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domingo, 27 de diciembre de 2015

La Firma Invitada: Carta de un padre cristiano, católico practicante y cofrade al Obispo de Córdoba


Juan Gravina Ponce. A buen seguro, las palabras de Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, en referencia a la fecundación in vitro no le habrán resultado indiferentes. En declaraciones emitidas durante su carta pastoral bajo el título "Navidad y Familia", Demetrio Fernández asegura que la fecundación in vitro es un "aquelarre químico de laboratorio".

Ni que decir tiene que el término aquelarre posee una connotación más que negativa. Cabe destacar que esta no es la única afirmación peculiar -por decirlo de algún modo-, durante el mencionado discurso del obispo, pero sí que el hecho de despreciar e insultar de ese modo a una forma de crear vida llama poderosa y tristemente la atención. A mi parecer no estamos en una época en la que la Iglesia, de forma institucional, deba crearse más enemistades en la sociedad en la que vivimos. Y este tipo de declaraciones crea discordia entre los propios miembros de la Iglesia, algunos de ellos, como veremos a continuación, beneficiados de esta forma de creación de vida. 

A la redacción de este blog ha llegado una carta muy especial y de la que, sin duda, queremos hacernos eco. El remitente es Juan Antonio Merino Mesa, en sus propias palabras, cristiano, católico y cofrade, y padre de una hermosa criatura que ahora se encuentra en la adolescencia y que también vive en el seno de la Iglesia: una chica cristiana, católica y cofrade. Todo ello gracias a la fecundación in vitro. Juan Antonio manifiesta el dolor que han causado en él las declaraciones del prelado, por las que ha pasado las que dice son las "peores Navidades de su vida". La carta habla por sí sola, por lo que me abstendré de comentarla. Es perfectamente elocuente y da testimonio cristiano de una situación muy humana, de un padre que ama a su hija.


Carta de Juan Antonio Merino Mesa al obispo Demetrio Fernández:

"Estimado Sr. Obispo: Soy Cristiano Católico Practicante, además soy Cofrade (quizás para usted este pequeño detalle le resulte irrelevante, para mí no lo es), y llevo casado por la Santa Madre Iglesia más de 23 años con la mujer más maravillosa del mundo.

Desde el principio deseamos tener hijos y en ello pusimos todo nuestro empeño, pero por algún motivo nos era imposible. Después de nueve años de matrimonio cuando yo ya contaba la edad de 37 años decidimos recurrir “al diabólico aquelarre químico” que usted menciona, después de muchos esfuerzos, sinsabores y malos ratos, al fin conseguimos con la ayuda de Nuestra Santísima Madre (aunque usted no lo crea), concebir a una maravillosa niña que hoy ya tiene 14 años, ella también es Cristiana Católica Practicante y Cofrade.

Se educa como yo me eduque bajo el Espíritu del Hermano Francesco y se prepara para recibir la próxima primavera la Confirmación en nuestra Fe. Confirmación que, si usted sigue siendo el Pastor de nuestra Diócesis, tendrá que darle, por ello intentare por todos los medios que ella no lea esta noticia porque me resultaría imposible explicarle sus declaraciones porque simplemente son inexplicables. Ser Cristiano en estos momentos es muy difícil, pero sinceramente personas como usted con declaraciones de este calibre, nos lo hacen mucho más.

Le ruego medite sus palabras y si no alcanza a ver la verdad lo consulte con su Santidad el Papa Francisco que seguro que sabrá aportarle algo de Luz"






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