"El hombre que tiene fe ha de estar preparado, no sólo a ser un mártir, sino a ser un loco"
G. Keith Chesterton
Me van a permitir que hoy no les escriba desde la opinión. Me van a permitir, que me deje llevar por los sentimientos. Sentimientos de devoto, de hermano, de esos que a todos los cofrades nos llenan e inundan en determinados momentos. Porque llegó el día, llegó ese esperado momento, en que Jesús clava su rodilla en tierra y su mano apoya sobre los cuellos de sus devotos costaleros. Llegó ese momento en que lo bueno y lo malo se fusionan, en que atrás quedan polémicas, mal entendidos y recuerdos. En los que nada importa, más que su figura recortando la luz tenue del precioso cielo.