Blas Jesús Muñoz/José Barea. El 20 de marzo de este 2016, cuando se abran las puertas de Jesús Divino Obrero, la Hermandad del Amor abrirá un nuevo e importante capítulo en su historia. Los acontecimientos acaecidos durante estos últimos meses han propiciado el regreso de dos formaciones musicales al cortejo de la corporación y, en esta ocasión nos centraremos en una de las mismas.
La Agrupación Musical Santa Vera Cruz de la localidad cordobesa de Castro del Río retorna a Córdoba y volverá a poner sus sones, años después al Señor del Silencio. Una vez concluida la etapa de la A.M. Cristo de Gracia (la cual estará presente en la Hermandad de la Juventud de Montilla), sin duda, la formación de Castro asume un reto importante de cara a la próxima Semana Santa.
Esta formación musical como tal tiene una corta trayectoria, no llegando al lustro, dado que nació en abril de 2011. Aunque es cierto que muchos de aquellos que emprendieron este proyecto formaban la extinta Agrupación Musical de Jesús Preso, que es la que tocó con anterioridad tras el imponente paso de misterio del Silencio. Han sido unos años de evolución exponencial, teniendo en la actualidad en nómina casi una centena de componentes, que demuestran una calidad interpretativa que, sin duda, estará a la altura de un paso de misterio presidido por una imagen de Luis Ortega Brú.
Con respecto al repertorio, cabe destacar la variedad de marchas que ofrece la agrupación castreña, que se nutre de varias de las mejores formaciones musicales del panorama musical. Así, marchas como Costaleros del Amor, Redención, Pasión y Amargura, Bajo la Luz de tu Mirada, De Vuelta al Porvenir o Tras de Tí, mi Cautivo, harán las delicias tanto de la cuadrilla como del público que se acerque a Córdoba a comenzar la semana de Pasión. Todo ello sin olvidar el creciente repertorio propio, con marchas como Desde el Cielo o Humilde Silencio, dedicada esta última precisamente al titular de la Cofradía del Cerro, obra de Israel Guijarro y que ya sonó tras el Silencio en las trompetas de la desaparecida Agrupación Musical del Preso de Castro del Río. El contrato ha despertado una oleada de ilusión entre los componentes de la misma. Los más noveles, por la ilusión de tocar por primera vez en la capital, y los más veteranos por volver a ser la última trabajadera del primero de los pasos de la Hermandad del Silencio. Sin duda, un contrato muy merecido para la mencionada formación musical.
