El pasado 27 de Diciembre, se celebró la Festividad Litúrgica de San Juan Evangelista, Patrón de la Juventud Cofrade, y de esto mismo, les voy a hablar esta semana en mi sección, del futuro de nuestras hermandades.
La juventud es una figura importante en el mundo de las hermandades, al igual que la mujer, y como ellas ha evolucionado en las últimas décadas, con la creación de los grupos jóvenes o iniciativas similares, dentro de las propias hermandades. Hoy en día, es difícil encontrar alguna corporación, ya sea de pasión o de gloria, así como sacramental; en la que existen grupos jóvenes o que los propios hermanos jóvenes realizan un trabajo excepcional, en el día a día, de cualquier hermandad. Los jóvenes son parte esencial en la realización de los diversos actos de cualquier cofradía, como pueden ser ayudando en actividades como recogida de alimentos para los más necesitados, ayudar en todo lo concerniente a la priostías de nuestras corporaciones, asistir a los cultos y ser partícipes de ellos, etc.
En estos tiempos, podemos ver cómo las agendas de convocatorias, se llenan de actividades y actos, relacionados con los jóvenes cofrades, como pueden ser pregones de la Juventud Cofrade, gymkanas, certámenes de música cofrade, convivencias, y un largo etcétera; de ahí que nuestras corporaciones hayan entendido de la necesidad de contar y apostar por los jóvenes hermanos; y hacer hincapié en su formación, para que llegue su momento, tomen las riendas de su "hermandad", y rijan los destinos de la misma durante un determinado tiempo.
Hace poco, en una ciudad donde se vive mucho el mundo cofrade, Sevilla, y de la cual, para muchos es el espejo en cual mirarse, celebró el III Encuentro Nacional de Jóvenes Cofrades, donde asistieron numerosos muchachos/as, llegados de cualquier parte de nuestro país, con el objetivo de conocer a jóvenes cofrades de otros lugares, contar sus experiencias, intereses, inquietudes, etc., entre ellos; teniendo como eje el mundo de las hermandades.
Revisando los objetivos de este tercer encuentro, quiero destacar uno de los puntos importantes, y que he mencionado antes, la formación cristiana. Es necesario formar a los que van a ser en el día de mañana, los que lleven la gestión de nuestras cofradías, pero también pienso que es necesario saber formarlos. Los que actualmente llevan las riendas de cualquier hermandad, deben ser vivo ejemplo de cómo se debe gestionar, comportarse y actuar en cualquier caso, para que los más jóvenes aprendan de ellos; y cuando se equivoquen en algo, ser responsables y rectificar, para que lo vean los demás. Creo que es algo fundamental, no sé lo que ustedes piensan, pero yo creo debe ser así.
De esto que les comento, he visto ejemplos de decisiones desacertadas, que no han sido rectificadas, o errores cometidos por algunos miembros de juntas de gobierno de hermandades, que después no las han asumido. No me gustaría que dichas actitudes, sean el ejemplo para los que en un futuro no muy lejano, den el paso para gestionar la hermandad a la que pertenecen. Algunos de los defectos que les he comentado por aquí, como pueden la prepotencia, la falta de humildad, ir de sobrados,...; creo que no son ejemplos buenos para nuestros jóvenes. Los valores del trabajo, humildad, el respeto a otros, no buscar el protagonismo en todo, ser compresibles,..., deben ser buenos ejemplos, además de una buena formación cristiana, deben importantes y esenciales, para formar y crear a los buenos cofrades del mañana.
Por último, les quiero decir a los más jóvenes, a muchos de vosotros, sois impacientes por querer llegar a ser miembro de una junta de gobierno, de asumir responsabilidades, de ser Hermano Mayor, etc., sólo os digo que tranquilidad, tarde o temprano, si demostráis ser buenos cofrades, que sabéis lo que tenéis en vuestras manos, llegaré el momento de coger las responsabilidades y ser miembros de una junta de gobierno.
Juan Evaristo Callejas Jerónimo