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martes, 5 de enero de 2016

La Crónica: El Ayuntamiento no sabe organizar un Cabildo de Aguas


Blas Jesús Muñoz. Es tan antiguo como las cofradías y suelen ser tan tensos como una reunión entre la chavalita morena de la CUP y Arturo Más (de esos personajes tan públicos deben saber los ediles municipales). Seguramente, de lo que adolezcan en el sentimiento es de que en los cabildos de aguas, a no ser que arrecie, suelen venir marcados por la deliberación, las prórrogas y la puesta en peligro del patrimonio. Y, por lo que muestran las imágenes, no se ponía en peligro la carroza del Sha de Persia.




Otro aspecto que se valora en este tipo de situaciones estriba en los lugares de refugio. Imaginamos que la Catedral, antigua Basílica de San Vicente, no entraba en sus planes, a no ser que el Icomos reomendase el acceso para que, a diferencia de las cofradías, ellos no pongan en peligro el monumento con sacos de "millones" de caramelos serigrafiados.


Por continuar con las cuestiones que los cofrades valoran en este tipo de situaciones, también hay que resaltar el tiempo de paso y los cruces con otras corporaciones. En este particular, la corporación con que podrían topar son ellos mismos, el tráfico y la policía y, como a ellos mismos no se van a girar tasa por el uso extraordinario de las calles, pues miel sobre hojuelas, austeridad municipal. 


Lo mejor ha sido la rapidez. El Teniente de Alcalde lo anunciaba en su cuenta de Twitter 34 minutos más tarde de la hora prevista para el comienzo. No necesitaron ni una horita de cortesía. Lo más preocupante que dejaba su mensaje radicaba en los motivos de "estado de las carrozas". Si es como sospecho, a diferencia de los cofrades, no guardaron las carrozas a buen recaudo. Todo un alarde de previsión, si se confirmase este aspecto, y suerte de no tenerlos como responsables de estación de penitencia.

Lo peor la cara de los pequeños, su desilusión que mañana en el Ayuntamiento podrá ser paliada en parte si se acercan a agradecer a Sus Majestades los regalos. Aunque puede que anuncien por la cuenta personal de algún concejal los cambios, como tanto acostumbran, por ejemplo, para criticar las levantás inesperadas que hizo su alcaldesa.










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