Guillermo Rodríguez. La belleza infinita de la Paloma de Capuchinos inunda el hogar de San Francisco ataviada de hebrea adelantando la Cuaresma que se encuentra casi al alcance de la mano. Nuestro compañero Antonio Poyato acudió a la Iglesia Conventual del Santo Ángel para dejar testimonio de ello a través de esta magnífica Crónica Gráfica.