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domingo, 31 de enero de 2016

Siguiendo a la Virgen de la Trinidad


Eva M. Pavón/Blas J. Muñoz. La Virgen de la Trinidad se asomaba a la tarde del sábado ataviada con la belleza a que nos acostumbra su vestidor, Eduardo Heredia, así como con la mirada de sus devotos, de los cofrades que la honran, una vez más en un Rosario donde fe y amor van de la mano por el camino místico de las devociones sostenidas en el tiempo.

"El Rosario de ayer fue una muestra más de que la Reina de la Trinidad es querida y seguida tanto por sus Hermanos como por la feligresía de la Parroquia", señalan desde la corporación del Martes Santo. Para afirmar que se trató de "unos momentos de recogimiento y meditación guiados por Nuestra Madre y Señora".

Como las mismas reiteran los "hermanos acudieron a la cita y, como viendo siendo habitual, fue una demostración de fe hacia Nuestros Titulares y de cariño hacia la Hermandad". Toda vez que "el camino sinuoso del Rosario nos acercó por su barrio y nos brindó la oportunidad de ver a la Señora de la Trinidad en un marco incomparable. Todo ello guiado por nuestro consiliario, amigo y Hermano D. José Juan Jiménez Güeto".

En una atípicamente fresca, que no fria, tarde de Enero tuvo lugar el Rosario Vespertino de María Santísima de la Trinidad, titular mariana de la Hermandad de la Santa Faz. Comandada por D. Carlos Lara Luque y acompañada en el rezo del Santo Rosario por D. Jose Juan Jimenez Güeto, además de por numerosos fieles y devotos, realizó su recorrido por las calles de la feligresía con absoluta elegancia y recogimiento. Momentos como los vividos con la Hermandad de la Santa Faz son los que nos hacen tomar conciencia de que la cuaresma está ya a paso mudá y la Semana Santa a la vuelta de la esquina. La Señora iba exornada con flor blanca y ataviada con manto y saya en color rojo sobre el que destacaba una magnifica toca color marfil. Indiscutiblemente bella, sobria y elegante.










Fotos Eva M. Pavón








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