Guillermo Rodríguez. Cuando el patrimonio colectivo del Universo Cofrade se alimenta con la incorporación de una nueva Imagen Sagrada, los auténticos cofrades experimentan una mezcolanza de sensaciones a caballo entre la plenitud, la satisfacción y la gratitud que se entremezclan en el espíritu global que configuran aquellos que consideran como propia la ilusión de quienes aportan su esfuerzo, su trabajo y su creatividad para que la necesaria evolución avance por el sendero de la tradición heredada.
Córdoba y el mundo están de enhorabuena por este nueva y maravillosa Imagen del Santísimo Cristo de la Oración y Caridad, titular de la que un día será la Hermandad de la Conversión cuya impactante efigie ya forma parte de la inabarcable riqueza que un día será traspasada a las generaciones venideras. Los que han tenido la fortuna de vivir este momento histórico podrán contar a sus hijos que estuvieron presentes cuando una nueva talla se mostró a la humanidad para formar parte de la esencia de nuestro tiempo. Como nuestro nuevo compañero Rafael Pérez, que estrena su pertenencia a Gente de Paz con un magnífico reportaje de uno de sus titulares. Felicidades a los hermanos de la Conversión y bienvenido a tu casa Rafael.
Recordatorio Hacia dónde mira el Cristo de la Conversión