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lunes, 15 de febrero de 2016

La Chicotá de Nandel: Me quedo con La Paz


Muchos ya comenzada la Cuaresma, empezamos ese rito interior de promesas que luego serán incumplidas en su gran mayoría (si es que alguna realizamos).

Esas promesas que van desde una mejor conducta, la visita a este u otro lugar de rezo donde hace lustros no pisamos o simplemente, retomar aquello que hicimos bien, o creíamos era bueno y murió con el tiempo.

Yo este año, donde me he ido en silencio a otra parte, dejando en compás de  espera a un año mejor a mi banda, mis amigos, mis compañeros y hermanos, que se resume todo diciendo mi familia musical, he decidido inventar una cuaresma de diferentes rituales, de contrapuntos, y al final, me veo en la hora de, como en lo musical, decir un adiós, un hasta pronto, o un hasta nunca a este Blog que tantas veces nos ha unido, hecho discrepar, o dañado. Cada cuál a su manera y en distintas fases.

Pensando en volver a encontrarme con los detalles olvidados, tristemente pasados por alto, volveré a Capuchinos el Miércoles Santo vestido de blanco pureza, blanco de Paz y Esperanza, buscando el amparo de una Madre y pidiéndole ilusión renovada, subsanando así años duros de insulsas ganas y guerras banales.

Me acoge Lorenzo de Juan en su Reina, retomando aquella pureza en el silencio que descubrí hace años y tan bien me hizo. Sufrimiento callado, pero que mucho da y nada quita, salvo alguna que otra charla pendiente entre el creador y uno mismo, que siempre tiene cuentas pendientes y les aseguro no encontrarán mejor momento para saldar. Ya saben, aquello puro, místico y tan simple,  con lo floreado que a veces lo hacemos todo.

La belleza está en lo simple y voy a reencontrarme de nuevo con ella.

Gracias a todos los que me han animado en este tiempo, donde Giraldo, Horacio,  Bastante, Ortigosa, Morales, Galvín Arce, Ángel Muñoz, comienzan con fuerza y mano a mano con Curro, Berrocal, o Lorenzo, el hoy y la historia del martillo, para que nunca se pierda la esencia. Echo de menos a mi Americano, pero bueno.

Tiempo donde las bandas, como la de mi amigo Manolo que ya pasea sus sones por Hollywood, no han encontrado, si no, les vamos dando el sitio que merecen.

Tiempo donde han sucedido muchas cosas. Elecciones sonadas, pregones más hacia la galería que cofrades y barrabasadas varias. Al menos gestos como la Hdad. De la Entrada Triunfal, haciendo ver que las Hdades. pequeñas recuerdan los detalles bonitos a las grandes, con ese llamamiento a que todas participen en su día, su cortejo, uno ve que la esencia de la unión sigue viva por algún lado, en estos tiempos donde hemos de estar más unidos que nunca y demostrar que nosotros, al frente, atrás, derecha o izquierda, si estamos unidos, y si que podemos.

Comencé en tiempos malos donde mi casa ya no lo era en cierta forma, y aunque alguno ahora, aun aún quiera hacerme ver lo que él ni conoció, que alguno queda, para mí tiempos malos pasaron. Me quedo calentando mis sentimientos junto a mi Candela, fuego vivo de luz, y como no, me marcho a  Santiago, a Capuchinos, donde nacen las ilusiones, se quitan las Penas desde niño. A la Paz, viva Madre en mi corazón por siempre me encomiendo, a Ella voy.

Hasta siempre, me quedo con La Paz.


Fernando Blancas






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