Guillermo Rodríguez. Mañana tendrá lugar una de esas escenas que configuran la pequeña gran intrahistoria del universo cofrade en el que las hermandades se desarrollan. La Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Puerta Nueva será testigo de la salida de un Vía Crucis diferente por cuanto no forma parte del catálogo de cultos al que está habituada la Córdoba de San Rafael, la que respira incienso al llegar la primavera por mucho que desde ciertos sectores se pretenda negar la esencia cristiana de la que bebe nuestra cultura.
Desde el hogar carmelitano atravesará el cancel de nuestros sueños de cofradías, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz que, de la mano de la Agrupación Parroquial de la Salud de Puerta Nueva, recorrerá las calles de su feligresía para inundarla de fe y comenzar a concretar un proyecto de futuro alrededor de una advocación con una honda tradición en toda Andalucía.
El cortejo, que saldrá a la calle a partir de las ocho de la tarde, recorrerá la Ronda de Andújar y la plaza de Puerta Nueva, para buscar la calle Historiador Dominguez Ortiz y regresar por la misma Ronda de Andújar al templo en el que tiene su nido la Reina del Carmelo. Una jornada que supondrá una nueva piedra de un sueño que pugna por convertirse en colectivo y que nace de la ilusión de un pequeño grupo de cofrades cuyo proyecto anhela alcanzar paulatinamente la fortaleza precisa para hallar su lugar en el destino.