Blas J. Muñoz. Las hermandades cordobesas, en general, presentan más que interesantes estrenos patrimoniales de cara a la venidera Semana Santa. Los pasos de Prendimiento y Buen Suceso, las potencias del Resucitado, las túnicas de Sentencia o Penas y un largo etcétera de obras que que renuevan la imagen de unas cofradías en pleno auge.
Así las cosas, la Hermandad de la Soledad inició hace más de una década una renovación estética que, en el paso de la Dolorosa de Álvarez Duarte, ha encontrado unas formas renovadas y que, gracias a los diseños de Rafael de Rueda, la han dotado de un estilo personal e inconfundible cada noche de Viernes Santo.
A continuación, les mostramos la finalización de los angelitos que se hallan en el paso y que se deben a la labor del imaginero Enrique Ruiz Flores. Unas tallas que viene a encontrar las formas precisas que ya definen a la corporación de Santiago.