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martes, 19 de abril de 2016

Desde el Gallinero: Córdoba tenía que ser miarma


Córdoba a veces es como una chirigota de esas venidas a menos en la que no se pega un telonazo porque el autor ganó premios aunque ya valga menos que quince pesetas, no como los quince en la piera que eran un primer premio robao´ y fijarse pa´que ha quedao Kike Remolino, pa´ hacer comparsas lloronas. Pa´ eso han quedao muchos cofrades y se les respeta por su bello nombre y porque hace veinte años hicieron tal o cual y aquí tenemos la costumbre solo de ser como los hijos de Caín (no confundirse con los Hijos del Lama que como metamos a los Carapapas en esto salimos llorando) con quien conviene y no tiene como defenderse.

Pero lo que de verdad me preocupa es que si en las comparsas cantan 15 y en las chirigotas 12 trasponiéndolo a cofradías deberíamos poner un número mínimo de nazarenos. Si los que salen detrás de algunos pasos se pusieran el hábito un problema menos. Si pa´ ser costalero se exigiera más los que sobran pa´ dentro. Si los que van con la chaquetita y la placa no sirven na´ más que pa´ ir dando la vara a cara descubierta, pos pa´ dentro. Y el que no quiera pos a su casa que eso del mejor pocos y buenos que muchos y malos no es un refrán porque es una verdad mu´ grande, miarma.

Juan Antonio Martínez Aragón


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