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viernes, 1 de abril de 2016

La Chicotá: El Lunes Santo... también hay Champions


Mucho han dado que hablar las decisiones de algunas Cofradías en esta Semana Santa 2016. Las nefastas decisiones -algunas con sospechas de suicidio patrimonial- de hermandades que se lanzaron a la calle el Domingo de Ramos trayendo de vuelta a sus templos nazarenos de menos y litros de agua de más, han puesto en liza multitud de opiniones y argumentos. En plena era 2.0 en donde las redes sociales son reportero instantáneo, son muchos los foros en donde se vierten como digo las opiniones cofrades, y he decir que me llamó la atención una en concreto. El comentario de un forero venía a decir en resumidas cuentas, que en Córdoba disponemos de varias “ligas” cofrades en las que se clasifican las distintas hermandades. Yo particularmente no es que esté de acuerdo al 100% con esta afirmación, pero debo decir que sí al 99,9% -el 0,1% que me falta lo dejé en dicho foro al estar el comentario con algunas faltas ortográficas-.

Si acudimos a la RAE y buscamos la definición de la palabra “Hermandad” encontramos lo siguiente: 6. f. Fraternidad, liga, alianza o confederación entre varias personas. Y es que para el que no se haya enterado -todavía-, durante todo el año son multitud de tareas las que muchas personas se reparten dentro de las cofradías, algunas de ellas tan duras que quitan tiempo de dedicación familiar para llevarlas a cabo, y conseguir con esto resultados para un largo tiempo (restauraciones, bordados, incorporación de patrimonio para cortejos,etc...). Pero es que muchas personas desconocen o infravaloran el trabajo realizado tras años de lucha y ponen en peligro diversas cosas, y es aquí donde encontramos cofradías de Regional Preferente.

Si acudimos a la Champions Cofrade, encontramos muchas hermandades, pero yo les voy a hablar de la que presencialmente “vi jugar” en momentos muy difíciles el pasado Lunes Santo. Les hablo de la Hermandad Sacramental de La Merced, cofradía que un acto de responsabilidad -les aseguro que este es el menor de los detalles- suspendió su estación de penitencia en el momento en que un chubasco descargó durante unos minutos una cantidad de agua mínima pero que no permitía que una hermandad coherente y responsable pusiese en la calle su cruz de guía para mojarse ni tan siquiera 10 minutos.

Como les digo, el detalle de la suspensión fue lo de menos, pues era evidente -al menos para la cordura-  su web dio las gracias a todos los que estuvimos dentro de la Casa Hermandad sufriendo la larga espera y esperando el triste desenlace que todos ustedes conocen. Era emocionante no ver ni una cara larga, ni un reproche, ni una lágrima desgarrada. En el interior de la hermandad solo se veían tímidas sonrisas de apoyo, abrazos y “collejas” de esas que solo entre hermanos se entienden, y una frase extendida que sin duda alguna sería necesaria escuchar en las hermandades que opten a las estrellas michelín cofrades “es normal que no salgamos, aunque solo sea un chaparrón y luego no llueva más, no podemos salir y que se mojen”.

La conjunción perfecta en Semana Santa sin duda alguna sería en la calle con sol radiante pero, la pertenencia a hermandades con casta, permite disfrutar de otras maravillosas experiencias que mezclan nazarenos con músicos, costaleros con canastillas, Juntas con servidores, o lo que algunos llamamos... Hermandad.

José Ignacio Dionisio





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