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viernes, 15 de abril de 2016

La Chicotá: Sorpresa poco repartida


Hay Hermandades en Córdoba, que a pesar de rumores de inestabilidad de puertas hacia dentro, salen a la calle y el tiempo se para. Su historia, su puesta en escena y sus imágenes, hacen que el respeto se apodere incluso de las bocas más críticas, y las lenguas de lanza, redondeen sus afiladas puntas.

El problema se nos presenta cuando comenzamos a perder los sellos inalterables que durante décadas han servido de presentación a Cofradías de barrio que dejan tras de sí un rastro de sobriedad y silencio como si del paso de un ángel se tratase.

Hace unos días -ya se sabía en algunos entornos- una de esas Cofradías nos sorprendía con el anuncio de la contratación de la Banda de cara a 2017. Como todos los lectores sabrán, me refiero a la Hermandad de Nuestro Padres Jesús del Calvario y Nuestra Señora del Mayor Dolor. Y no es que mi dolor recaiga en el nivel musical de la banda contratada -recordemos que será La Salud de Córdoba-, sino más bien en el repertorio musical que escucharemos detrás del Cristo del Calvario, ese que recordaremos andar de frente con paso elegante al son de marchas de su sello clásico y la seriedad del palio de cajón que le precede.

Hay algo que no sé que es lo que hace más, si preocuparme o me dejarme sorprendido, y es el silencio sepulcral que se mantiene entorno a este anuncio que sin duda alguna hará que la banda contratada se ponga las pilas -y mucho- para montar un repertorio extenso de marchas clásicas, o que por el contrario el sello de esta Hermandad que hasta hace bien poco tenía todos mis respetos, se pierda totalmente al son de Bajo la Alhambra Sentenciado y Gitano Tú eres de Santa María. Esperaremos a ver como ese palio serio de cajón, recoge las notas de bulla que sonarán a escasos metros de ese dolor que era y ya no lo será tanto.

Y es que parece ser que en esta Córdoba Cofrade las críticas por los cambios musicales... solo reman en una sola dirección.

José Ignacio Dionisio







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