Esther Mª Ojeda. No era nada extraño que durante los siglos XIX y XX existiese una gran multitud de hogares que contasen con imágenes, especialmente pasionistas, de devoción y culto particular que en muchos casos y una vez llegada la Semana Santa, eran expuestas en un altar más o menos improvisado que se podía observar a través de cualquier reja típica. Esta tradición de los altares domésticos estuvo sin duda muy extendida aunque fue debilitándose con el paso del tiempo y a pesar de que actualmente es una práctica muy poco frecuente, siguen siendo muchos los particulares que profesan culto a imágenes de su propiedad.
Como una clara muestra de esa viva devoción popular, llegaba a la redacción de Gente de Paz en el día de ayer la inusual e inesperada noticia de la bendición de una imagen de la Virgen que tuvo lugar en la Parroquia Santa María Reina de Pedralbes de Barcelona por mediación de sus propietarios, Juanma Sánchez y Julián Muñoz Expósito gaditanos afincados en la Ciudad Condal.
Se trata de una bella imagen de tamaño natural vestida por David Calleja, tallada en madera de cedro y policromada en óleo por el imaginero lucentino Francisco Javier López del Espino, que ya colaboró con el conocido Antonio Bernal y que a pesar de su juventud cuenta con una extensa producción imaginera.
Si bien esta dulce dolorosa es ahora mismo una talla de devoción particular, está previsto que en un futuro sea la titular de una hermandad asentada en la mima parroquia que ha sido escenario del momento de su bendición, sumándose a la larga lista de personas que en su día acogieron en su casa a una imagen a la que rindieron culto y que, como en este caso, terminaron presentando al público al cederla a alguna una hermandad dando lugar a muchas de las grandes devociones populares.
