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lunes, 9 de mayo de 2016

Entre Bambalinas: La Esencia que podría perder el Císter


La música procesional, destinada en un principio para el acompañamiento exclusivo de los pasos de palio, ha ido evolucionando hasta la creación de nuevos estilos, como son las cornetas y tambores y las agrupaciones musicales (derivada de la anterior), no sin causar previas controversias dados los problemas de conjunción armónica producidos entre lo que suena y lo que se contempla. De esta forma, en los comienzos del siglo XX (espacio temporal en cuestión) ya se producían estos debates en los que se ponía en tela de juicio la idoneidad de los sones de esos nuevos estilos en relación a las escenas iconográficas; es decir, a los pasos procesionales. Así, y habiendo transcurrido un siglo, los cofrades continúan formulándose tal cuestión, máxime cuando la marcha procesional ha vuelto a progresar hacia unos horizontes dominados por las modas y el 'tarareísmo'; un aspecto ocasionado, fundamentalmente, en composiciones de cornetas y tambores, donde últimamente están apareciendo obras con más forma de banda sonora que de marcha procesional. Es por ello que, actualmente, y cada vez más, se está valorando los sones antiguos, añejos, de Escámez, Montoya Molina o Zueco Ramos gracias a formaciones como Los Bomberos, de Málaga, o Esencia, de Sevilla.

Precisamente, ha sido esta última banda la que nos ha transportado hasta décadas pretéritas, donde las plantillas de músicos no llegaban ni a los cuarenta integrantes, donde los repertorios apenas contaban con una quincena-veintena de marchas, donde los músicos no contaban con una legión de palmeros junto a ellos, donde los solos no ocupaban la mitad de la duración de una obra...Así, la Banda Esencia ha logrado sobreponerse a las modas que, desde su fundación (2006), se comenzaban a instaurar en el orbe músico-cofrade, implantando un estilo 'seminuevo' y haciendo redescubrir el clasicismo elegante que regalan los sones antiguos, los de toda la vida. Con tal suerte, la formación hispalense ha logrado imprimir un sello característico, especial, a los pasos a los que acompaña, lo cual viene a realzar el atractivo de la misma, que está consiguiendo hacerse un hueco entre las mejores formaciones musicales del género.

Un prestigio alcanzado por méritos propios de la banda, y no por el renombre de 'Sevilla', y que ha vivido su particular evolución junto a una de las primeras cofradías que apostó por ella: El Císter. Y es que una unión de más de un lustro liga a ambas entidades, que empezaron la relación en 2011, si bien no fue hasta un año posterior cuando, por primera vez, se pudieron escuchar los sones más puros de las cornetas tras el Señor de la Sangre, formándose así una conjunción cuadrilla-banda que ha casado a la perfección. Ya apuntaba el ex-hermano mayor de esta corporación, Carlos Rubio, que Esencia es lo mejor que le ha pasado al Císter, aunque yo iría más allá de lo suscrito y afirmaría que, además de ello, Esencia es lo mejor que le ha pasado a los amantes de la música procesional y a la Córdoba cofrade; una Córdoba cofrade que bien ha sabido disfrutar de esta banda y que tiene fe plena en que se puedan repetir momentos como los vividos durante estos seis años tras el misterio de la Sangre, que los rumores se los haya llevado la lluvia...


Antonio Botella


Foto Hermandad del Císter






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