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jueves, 23 de junio de 2016

Asaltan la Parroquia de la Trinidad de Málaga


Juan Evaristo Callejas Jerónimo. Ayer, una banda de ladrones asaltó la Parroquia de la Stma. Trinidad de Málaga, además de entrar en el convento anexo, sustrayendo joyas y causaron daños por un valor de 90.000 euros, según informa al diario Sur, José Antonio López Cachairo, fundador y tesorero de la Confraternidad de la Llaga en el hombro, que rinde culto a sus titulares en este templo.

Por otra parte, Andrés Merino, Párroco de este templo, "coincide en esta estimación", además de señalar que "ha sido un robo muy importante", ya que igualmente han causado desperfectos en tres de las imágenes, como también desposeerlas de su ajuar de orfebrería que tenía en esos instantes. El sacerdote comenta que "es más el destrozo psicológico", además de calificar como incompresible que "que los amigos de lo ajeno ya no respeten ni un templo religioso". 

Ha sido desvalijado el altar de la Virgen de la Buena Fe, que representa una "sacra conversación", con las imágenes de la Virgen, San Juan Evangelista y Sta. María Magdalena. De este altar, comenta José Antonio López, que los ladrones le quitaron la ráfaga de plata, dos broches y puñal del mismo metal a la imagen de la Virgen; dos medallas y un broche con su nombre, todos de oro; una cruz pectoral con piedras de color verde y un rosario. A la imagen de San Juan Evangelista, le quitaron la aureola, mientras que a María Magdalena le quitaron un anillo de oro blanco con una piedra de zafiro, además de la ráfaga.Igualmente, afirma que a esta última imagen al arrancarle la ráfaga, le han hecho dos agujeros en la cabeza. 

Del convento anexo no se llevaron nada de valor, pese a registrarlo. Sin embargo, se ensañaron con la imagen de la Virgen de la Paz, la cual es la más valiosa del templo por su antigüedad, según cuenta el párroco en el diario Sur. Le han sustraido parte de su corona, datada del siglo XVIII, y por lo tanto, ha quedado destrozada; dos rosarios muy antiguos que portaba en la mano, un anillo de oro y amatistas, el cetro, un broche de oro con su nombre y varios broches más, que tenía en el pecho. 

La investigación la está llevando la Policía Nacional, y ya se han tomado huellas en el templo, por parte de la Policía Científica. El robo, los primeros indicios, tuvo lugar entre las dos y las cuatro de la madrugada del martes al miércoles. Las monjas del convento oyeron algún ruido, pero no le dieron importancia, ya que creyeron que venía de la calle. Además, fueron ellas las primeras en dar la voz de alarma, al descubrir todo revuelto en el convento, al levantarse a la mañana siguiente; avisando rápidamente al párroco, que avisó a la policía inmediatamente. Se cree que se ayudaron para entrar del gigantesco andamio colocado en la fachada, con motivo de unas obras de rehabilitación del convento, y a partir de allí, entrar en el templo. 








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