Blas J. Muñoz. Desgraciadamente, cada vez estamos más acostumbrados a actos de este tipo y, en los últimos años, hemos contemplado desde pintadas hasta la quema de una Imagen Sagrada. En esta ocasión, el acto ha consistido en decapitar una imagen de San Pedro y otra de la Virgen de la Candelaria.
Según se recoge de las informaciones publicadas por La Opinión de Tenerife e Infovaticana, los hechos acaecieron hace unos días en el santuario situado en Roque de Igara, en Cabo Blanco (Arona, Tenerife) y decapitado las imágenes dedicadas al Santo Hermano Pedro y a la Virgen de Candelaria.
Además de causar daños de diversa índole en el templo muy frecuentado por los fieles de la zona que ya han mostrado su indignación y condena energética, los autores no han sido identificados aun. Aunque se prevé que puedan serlo próximamente.