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martes, 21 de junio de 2016

El Cirineo: Tres ridículos ejemplos de reacciones pueriles


Les voy a decir una cosa: empiezo a estar bastante harto de cofradías. Imagino que el hecho de que el director de un medio de comunicación como éste comience uno de sus artículos de este modo, puede resultar en cierto modo chocante y como suele ocurrir con las generalizaciones, probablemente extender mi queja a todo el universo cofrade sea excesivamente injusto, pero les prometo que es así como muchas veces me siento. No les voy a negar que clamar en el desierto mientras la Córdoba cofrade sigue sufriendo la tiranía del absurdo de unos cuantos individuos, que piensan que un martillo o una vara dorada son una especie de cetro con el que justificar sus grises existencias, cansa y mucho, al tiempo que provocan el esbozo de una sonrisa por lo pueril de determinadas reacciones.

Porque cuando comenzamos a remar quienes hicimos brotar de la nada esta bendita locura llamada Gente de Paz, imaginamos un futuro utópico en el que se erradicarían de nuestro universo aquellos elementos perniciosos que se convierten en obstáculos evidentes para la adecuada evolución del hábitat en el que las hermandades se desarrollan, tan necesitado y al mismo tiempo tan carente de libertad y de formación integral, mucho más allá de ser capaz de distinguir una marcha de Beigbeder de una de Font de Anta. Es cierto que se ha avanzado extraordinariamente en los últimos tiempos en una ciudad que nunca estuvo acostumbrada a una prensa cofrade con auténtica visión crítica, excepto las ausencias manifiestas y los ataques furibundos derivados de las filias y las fobias del profesional de turno. Sin embargo, resulta desalentador constatar semana tras semana lo muchísimo que queda por hacer. Les voy a poner tres pequeños ejemplos:

Hace una semana y pico, un artículo de una de nuestras secciones, una de las que destilan mayor grado de ironía y sentido del humor, que por supuesto, podrá gustar o no a quien la lee, criticaba que un miembro de un equipo de capataces se presentase a sacar un paso con una coleta, un artículo ilustrado curiosamente, a pesar de lo que algunos sospechaban, por una fotografía colgada en la página de facebook de la propia hermandad para la que el protagonista ejerció como tal. Una crítica absolutamente legítima y compartida por buena parte de los cofrades de esta ciudad. Pues una vez más, con el artículo se destapó la caja de los truenos. Insultos, ataques, advertencias, amenazas... todo muy divertido para quienes les va la marcha, entre los que me encuentro, pero que da buena muestra de que algunos sujetos siguen sin entender que, desde el momento en que se exponen a la opinión pública, como capataces, miembros de una junta de gobierno o músicos, son susceptibles de crítica, les guste o no.. y si no están preparados para asumirla, lo mejor que pueden hacer es directamente dedicarse a otra cosa. Por cierto, como alguna de las voces que nos gritaron entonces acusaron de dar una opinión oculta bajo un pseudónimo, aquí abajo figura mi nombre, para lo que gusten. Me parece absolutamente fuera de lugar la imagen del protagonista de aquella crítica, como me lo parecería que un contraguía vistiese camiseta y vaqueros o un nazareno zapatillas de deporte.

Otro ejemplo del hartazgo que me provocan determinados personajes con complejo de censor, lo vimos hace unos meses cuando, como tantas veces ha ocurrido, una información de nuestro medio, que para desesperación de algunos es en lo que se ha convertido Gente de Paz, que hace mucho tiempo dejó de ser un blog, fue desmentida desde las más altas instancias de una corporación de esta ciudad, acusando al mensajero de sembrar cizaña entre la hermandad y una banda cuyos dirigentes, influidos por el lavado de cerebro al que fueron sometidos, se sumaron a la acusación de desear una ruptura de la que nos limitamos a ser testigos y en ningún caso protagonistas ni inductores. Una vez más, el tiempo terminó por darnos la razón y como ha venido ocurriendo en estos casos, seguimos esperando la rectificación de quienes nos acusaron de sabe Dios qué, sencillamente por contar lo que terminó sucediendo. Desconozco en qué se basan algunos para atribuirnos semejante poder, pero les garantizo que no tenemos la influencia necesaria para lograr contratos ni muchísimo menos para romperlos.

Como tercer ejemplo, les contaré someramente lo ocurrido hace unos cuantos meses. Conocedores de que una hermandad de la capital iba a presentar a sus hermanos un proyecto de reforma de su paso de palio, personalmente, cosa que rara vez hago, generalmente el contacto suele establecerlo otro miembro de nuestro equipo, me puse en contacto con el hermano mayor de la corporación en cuestión para solicitarle confirmación de la noticia y datos adicionales con los que poder redactar un texto lo más nutrido posible en detalles, con la promesa de que la información quedaría absolutamente reservada hasta que el proyecto fuese presentado al cabildo de hermanos a medio día del domingo, entendiendo que era absolutamente comprensible que estos fuesen los primeros en recibir las novedades. La respuesta fue de lo mas desagradable, con un tono de menosprecio hacia nuestro medio al que tildó de foro, quiero creer que por desconocimiento. Alegó que no querían estar en el centro de la polémica, desconozco qué polémica puede haber con un articulo escrito en positivo sobre un proyecto ilusionante cuyos datos hubieran sido tratados con absoluta discreción hasta que se hiciesen públicos en el cabildo. Bien haría este dirigente en informarse que su antecesor en el cargo, no solamente tuvo una relación de completa normalidad con nuestro medio, concesión de entrevista incluida, sino que ofreció a uno de nuestros colaboradores un puesto de pregonero que hubo de ser rechazado por cuestiones personales. Llámenme mal pensado, qué quieren que les diga, llevo ya varios años lidiando con Miuras de mucho mayor fuste, pero automáticamente caí en la cuenta de la jugada. Jugada que se confirmó cuando el domingo por la mañana, un medio de esta ciudad publicó la noticia con todo lujo de detalles, antes de la celebración del cabildo, lo que vino a demostrar que el respeto a sus hermanos utilizado como excusa barata por el dirigente era exactamente eso, una excusa. La verdadera razón era conceder a modo de primicia una información para poder tener al medio de su lado en adelante, ya saben "hoy por tí, mañana por mí". Equivocó la táctica y el tiro, porque el sábado por la noche, nos vimos obligados a publicar la información con todo lujo de detalles, detalles que ya conocíamos cuando solicitamos confirmación y en cierto modo permiso para dar la noticia. Pretendimos tener una relación amistosa basada en el respeto mutuo y la respuesta fue intentar que otros se nos adelantasen. Huelga decir que su promesa era concedernos la información requerida el lunes, un día después que su medio amigo diese la primicia. Como les he contado la jugada le salió rematadamente mal y la represalia desde entonces ha consistido en hacer como si no existiésemos, olvidando que no necesitamos, como quedó sobradamente demostrado en aquella ocasión, de información privilegiada de ningún tipo para informar de lo que entendemos que interesa a nuestros lectores, que son muchos. La represalia por su parte incluye invitar desde entonces al resto de medios y portales de internet de Córdoba a los actos que organizan, entre los que se encuentra, fíjense qué cosas, nuestra segunda cuenta en twitter "Saeta Cordobesa", lo que da buena muestra del nivel de más de uno. Para que todos me entiendan, no invitan a Gente de Paz pero si a "Saeta Cordobesa" que no hace falta ser un lince para saber que pertenece a Gente de Paz, basta con seguir la cuenta un par de horas. Posteriormente agradecen públicamente la asistencia... hasta que reciben en respuesta la crónica del acto y alguien por fin descubre la vinculación que jamás ha sido ocultada. De chiste, vaya.

Olvida este dirigente, que cuando la entidad que preside y a la que representa pone en marcha un proyecto solidario encomiable, porque lo cortés no quita lo valiente, que debe ser ejemplo para buena parte de nuestras hermandades, es fundamental llegar al mayor público posible, porque en caso contrario, carece de sentido hacer una presentación pública. Para ello resulta fundamental invitar a todos los medios de comunicación que se dedican a la información cofrade en esta ciudad, porque es su obligación frente el pueblo de Córdoba y para con la hermandad que gestiona, olvidando su animadversión personal derivada de una jugada que salió rematadamente mal, no ya por despreciar a los responsables del medio o a sus redactores, a los que maldita falta les hace una invitación para informar sobre un evento, y a las pruebas me remito, sino por despreciar a los más de 15000 visitantes diarios que nuestra página tiene y que no parecen merecer el respeto de determinados rectores. En cualquier caso y como aviso a navegantes, Gente de Paz continuará informando de lo que considere oportuno por ser de interés para sus lectores o porque la empresa lo merezca, como es el caso. Un proyecto solidario merece que se hable de él con mayúsculas por mucho que quienes dirigen la entidad que lo pone en marcha nos parezcan manifiestamente mejorables. Lo contrario, dejarse llevar por nuestras antipatías personales, sería hacer mal nuestra labor.

Podría ponerles otro ejemplos parecidos, que son indiscutiblemente minoritarios dentro del respeto que recibimos de la mayor parte de los responsables cofrades de esta ciudad pero creo que no es necesario ahondar para hacerles partícipes de que en ocasiones el hastío frente a determinados personajes es un sentimiento natural que periódicamente aflora en quienes nos dedicamos a contar lo que vemos, como lo vemos. Sea como fuere, el navío en el que nos hallamos navegando desde hace ya unos años, avanza con una velocidad de crucero suficientemente importante como para que este tipo de escollos no representen más que pequeños contratiempos que se difuminan entre la inmensa satisfacción del trabajo bien hecho, de los logros alcanzados y del mayoritario seguimiento materializado en las increíbles cifras que se continúan superando sin descanso a pesar de que constantemente nos repitamos a nosotros mismos que algún día la cosa tiene que bajar. Para suerte de muchos y desazón de algunos, se avecinan nuevas conquistas que me van a permitir que mantenga como materia reservada, al menos hasta que se puedan alcanzar con la punta de los dedos. Queda mucho camino por recorrer, muchos sueños que cumplir a lo largo del sendero, mucho que apurar en el cáliz de nuestras ilusiones y no les quepa duda de que el candelabro de nuestra verde esperanza seguirá encendido en el huerto de nuestros desvelos y el cirineo cargando con su utopía de cambiar el mundo que nos rodea...

Guillermo Rodríguez
Director de Gente de Paz











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