José María García Damota. Tras la solemne función que se celebraba el pasado viernes como culminación al triduo que cada año la Parroquia del Polvorín y la Hermandad de la Victoria consagran en honor a su divino titular el Sagrado Corazón de Jesús, en la tarde noche de ayer sábado, 4 de junio, tenía lugar la procesión extraordinaria que, a iniciativa del párroco y director espiritual de la corporación, recorrió con su bendita y venerada imagen las calles de la feligresía con motivo del Año Santo de la Misericordia, y la cual resultó solemne, multitudinaria y brillante en todos los aspectos.
Al término de la santa misa, la Hermandad de la Victoria, coordinadora del acto, comenzaba la entrega de cirios y la organización del cortejo en el que participaron los fieles de la parroquia y miembros de todos los grupos que residen en ella portando luz, varas e insignias o ejerciendo las funciones y labores de diputados, acólitos, costaleros, prioste, fiscales, capataz y auxiliares de paso.
El “símbolo por excelencia de la misericordia de Dios” lucía majestuoso en un altar itinerante portentoso ideado extraordinariamente para la ocasión sobre las andas de la Virgen Gloriosa del Rosario de la Hermandad de la Sagrada Cena en el que se disponían el juego de faroles, fanales, espadañas-relicarios y cresterías del paso del Señor de la Humildad y el conjunto de jarras del de palio de la Santísima Virgen de la Victoria. El exorno floral que rodeaba al Sagrado Corazón de Jesús combinaba lisianthus y margaritas en colores que evocaban a los del logo del Año Santo de la Misericordia y el mismo corrió a cargo de Galo Floristas.
En la presidencia del paso acompañando al párroco y director espiritual, D. Feliciano Fernández, se encontraban el hermano mayor de la Hermandad de la Victoria, D. Luis Parrales, así como el sacristán de la iglesia, D. Julio Muñoz.
Vivencias extraordinarias y momentos de inusitada emoción se vivieron durante las levantás dedicadas a cada una de las hermandades que radican en el templo, así como al paso de la procesión por la casa del sacristán, donde el Sagrado Corazón de Jesús recibió una ofrenda floral de su esposa y quien fuera camarista de la Virgen de la Victoria, D.ª Francisca Gómez, y que en estos momentos se encuentra pasando por un delicado estado de salud.
A los sones de Victoria del Polvorín interpretada por la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, que acompañó musicalmente al Sagrado Corazón de Jesús durante todo el recorrido de la procesión, regresaba el paso al templo donde fue despedido por una gran cantidad de fieles y de público en general que lo acompañaron durante todo el itinerario, y pasadas las 23:00 horas hacia su entrada en el mismo mientras sonaba el Himno nacional.
El acto finalizó en el interior de la iglesia con el rezo del padre nuestro y las palabras del párroco.